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Profesionales comprometidos con su entorno y con el bien común. Ese es el ideal que ha guiado por casi 62 años a la Universidad Católica del Norte (UCN) y así lo subraya el Vicerrector de la Sede Coquimbo, Francisco Correa Schnake, al reflexionar sobre el rol que cumplen las universidades regionales. “Nosotros tenemos que formar profesionales que entiendan que su profesión no es solo a beneficio personal. El profesional no puede estar desligado de lo que ocurre en el entorno y su responsabilidad con éste y con el bien común, y ese es el trabajo al que día a día nos comprometemos”.

En esa línea, la UCN (http://www.ucn.cl) enmarca su docencia en un proyecto educativo que apunta tanto a la integración laboral como al fortalecimiento de la vocación social entre sus estudiantes, quienes participan en iniciativas como las clínicas jurídicas, que en 2017 reunieron a más de 70 estudiantes de Derecho prestando servicios y asesorías legales gratuitas a comunidades y agrupaciones de la región.

Similar experiencia viven los alumnos de Nutrición, Enfermería y Kinesiología, que llevan a la práctica los conocimientos adquiridos en su formación, por medio de intervenciones comunitarias Corporación de Deportes de Coquimbo, Organización de Fomento del Barrio Almagro de La Serena, y adultos mayores de la ciudad puerto. 

Por otra parte, las prácticas básicas e internados de los futuros profesionales de la salud han generado significativos aportes a la comunidad. Así, por ejemplo, en 2016 el Cesfam Juan Pablo II de La Serena registró 880 evaluaciones individuales de adulto mayor y similar número de consultas nutricionales; los jóvenes implementaron ese mismo año un mapa epidemiológico del Cesfam Dr. Sergio Aguilar de Coquimbo. En este mismo centro funciona el proyecto de Clínica de Lactancia Materna, abierto a toda la comuna. Y en el marco de un convenio de colaboración entre la Facultad de Medicina y el Club Deportivo y Cultural Coquimbo Unido, se están efectuando evaluaciones antropométricas, encuestas y una serie de mediciones físicas a las divisiones de Fútbol Joven.

Los diversos voluntariados que impulsa la UCN otorgan asimismo la oportunidad para que los jóvenes encuentren un espacio para desarrollar su vocación social. Ejemplo de ello son los cerca de 200 estudiantes que participan en los diversos voluntariados dependientes de Pastoral, incluyendo la ruta nocturna que atiende a personas en situación de calle, visitas a hogares de ancianos, centros de menores, cárceles y campamentos.

Si bien la UCN cumplirá 62 años en mayo próximo, su historia en la región de Coquimbo se inició en 1968, dando respuesta a la necesidad de formar profesores de educación general básica y técnicos vinculados con la educación. Desde entonces, el Campus Guayacán, ubicado junto a la hermosa bahía de La Herradura, ha crecido y se ha modernizado tanto en infraestructura como en recursos humanos.

De esta manera, lo que empezó en Coquimbo con 4 carreras, hoy se ha extendido a 14 carreras, 10 programas de postgrado y 8 especialidades médicas.

El desarrollo de la Universidad Católica del Norte, aclara el Vicerrector Correa, “no solo es fruto de sus rectores y sus líderes, también es el resultado del trabajo de la comunidad que ha protegido la institución, lo que ha permitido ser un actor relevante para el norte del país”.

En este contexto, valora que los egresados de la UCN permanecen en su mayoría en la zona, aportando así al desarrollo de la misma, en los ámbitos de la salud, la educación y la producción.

Respecto de este último, el directivo destaca la labor en Ciencias del Mar, que, además de formar a profesionales y postgraduados, ha desarrollado por más de tres décadas un programa de capacitación y transferencia tecnológica a becarios de toda Latinoamérica. Clave en este proceso fue la donación por parte de Japón, en 1985, del Centro Costero de Acuacultura y de Investigaciones Marinas, el más importante de Chile y Latinoamérica en cuanto a cultivo de moluscos.

En el ámbito local y nacional, los expertos de la UCN ostentan una consolidada trayectoria en materia de conservación y repoblamiento del ecosistema marino, y diversificación de la actividad acuícola. De hecho, hace solo unas semanas fueron sembradas en la bahía de Tongoy un total de 25.000 semillas de ostras japonesas, tarea que estuvo a cargo  de pescadores artesanales de lugar y del equipo técnico del Programa Acuicultura en Áreas de Manejo de la UCN.

Con una mirada amplia y más allá de lo inmediato, la casa de estudios otorga en su quehacer de investigación un lugar especial a problemas que afectan a la población regional. Ello ha llevado, por ejemplo, a un trabajo colaborativo con en las comunidades agrícolas de Majada Blanca, Lorenzo Peralta de Punilla, Peral Ojos de Agua y Los Tomes, en Limarí, destinado a promover el uso de la tecnología de atrapanieblas como alternativa hídrica, frente a la persistente sequía. En la misma línea, a comienzos de este año finalizó un proyecto dedicado a la operación y gestión de un sistema automatizado piloto de conducción del recurso hídrico, especialmente destinado a la Asociación de Canalistas del Embalse Recoleta.

En el ámbito de la salud, en tanto, la Facultad de Medicina continúa una línea de investigación dedicada a generar técnicas de estudio  no invasivas para detectar precozmente  el cáncer gástrico, un problema de salud relevante en esta región.

Esta responsabilidad  social y una constante búsqueda por la excelencia permitieron a la Universidad Católica del Norte ser acreditada por 6 años y en todas sus áreas por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), convirtiéndose así en la única universidad de la macro zona norte del país acreditada por ese periodo.

Con esa validación, afirma Francisco Correa, la UCN se ha consolidado como una de las mejores universidades de la región, participando en  diversas mesas del gobierno regional, como un actor relevante a la hora de tomar decisiones.

“Hoy, la universidad cumple un importante rol como centro de investigación y desarrollo para aportar antecedentes y visiones que permitan un análisis lo más objetivo posible, para que nuestras autoridades decidan informados”, afirma Correa. Es así como la institución ha enfocado sus energías en la investigación aplicada para resolver problemas de la región. Ejemplo de ello es lo que ocurre con el corredor bioceánico del Paso de Agua Negra, tema al que la universidad ha aportado desde los inicios información objetiva sobre sus beneficios y consecuencias para la IV región. 

Consciente de las exigencias de un mundo globalizado, hoy la UCN orienta su quehacer a desarrollar y posicionar un “proyecto educativo distintivo” de una universidad tradicional, pública y regional, que permita a sus estudiantes generar competencias, habilidades y destrezas, apoyadas en plataformas tecnológicas que le faciliten la integración laboral y, reconocidos por su vocación social.

Hitos destacados de la Universidad Católica Norte

 

 

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