Mi familia y yo acabamos de visitar el Fuerte Lambert (también conocido como Fuerte de Coquimbo), para deleitarnos con la hermosa vista, y la fresca brisa, a recordar otras bellas ocasiones en que visitamos el lugar como tantos otros que tenemos un real aprecio por los parajes de nuestra región. 
En resumen, sabemos por la historia, que la primera fortificación fue reemplazada por un nuevo fuerte en el año 1879, por el empresario Carlos J. Lambert, como manera de proteger al puerto de Coquimbo ante los posibles ataques de barcos peruanos durante la Guerra del Pacífico. Décadas después, en el año 2003, la Municipalidad de Coquimbo inició un plan de rescate del Fuerte Lambert, que involucró una inversión de 68 millones de pesos, lo cual resultó en una maravillosa obra. Sin embargo, ahora la fortificación está cediendo al bandalismo y el descuido, los torreones, los faroles, los asientos, hasta incluso los basureros, están en pésimo estado, no por el paso del tiempo, sino porque no cuidamos lo que tenemos.

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