• Atrapanieblas vuelven a ser una alternativa ante la dura sequía
    Atrapanieblas vuelven a ser una alternativa ante la dura sequía
Investigador del Ceaza se encuentra desarrollando un estudio para instalar uno de estos sistemas de manera experimental en un sector del Cerro Grande de La Serena. La idea es potenciar el desarrollo de este tipo de captación de agua

La Región de Coquimbo posee una amplia experiencia en captar, mediante mallas, las gotas milimétricas que posee la niebla costera. Varios proyectos han visto la luz durante los últimos 20 años, sin embargo, muchos de ellos no tuvieron la continuidad necesaria. Uno de ellos se ubicó en Chungungo, 60 kilómetros al norte de la ciudad de La Serena. Gracias al apoyo del gobierno canadiense y de otras instituciones, entre ellas la Universidad Católica, la caleta alcanzó a tener 100 atrapanieblas, que abastecieron de agua a 100 casas, pero luego los equipos quedaron abandonados, tras la incorporación de una planta desalinizadora de agua marina.


Hoy, cuando la sequía golpea más fuerte que nunca y los embalses están agotando sus últimos recursos, el uso de atrapanieblas o captanieblas parece volver a ser una buena alternativa. Un estudio desarrollado por Enrique Martínez, biólogo marino del Centro de Estudios Avanzados de Zonas Áridas (CEAZA), busca demostrar la importancia de estos sistemas colectores en las actividades productivas de toda la región.


“Nosotros hicimos una experiencia con una estudiante francesa que estuvo en Chile. Instalamos unas redes durante un año y medimos la cantidad de agua que se colecta en el Cerro Grande, la cantidad de días con nubes que cubren el cerro y que llega a aproximadamente el 60 por ciento de los días del año. Además, se efectuaron estudios para ver si esa agua era utilizable. Se hizo germinar quínoa y chañar. Los resultados indicaron que sí se puede utilizar”, señaló Martínez.
A partir de este estudio se buscará contar con un sitio permanente en el Cerro Grande. El objetivo será experimental y de difusión de las ventajas que tiene este sistema. “La idea es hacer una colecta de agua experimental y una pequeña estación meteorológica para que los estudiantes puedan entender cómo se puede colectar agua de las neblinas, cuánta se puede recoger y el potencial que tiene para nuestra región. Además, será necesario medir esa agua en sus volúmenes, y sembrar experimentalmente”, indicó el profesional.


De esta forma y con el financiamiento necesario, la región podría contar con un centro para el desarrollo de este tipo de captación de agua. 

 

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