"No podemos ser ingenuos y pensar que no podemos tocar nada en pos de la conservación”

El ingeniero forestal, magíster en Ingeniería y Gestión Ambiental y ministro titular del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, Marcelo Hernández, fue enfático durante su visita a la Región de Coquimbo en el marco de la revisión del caso Dominga, en destacar la importancia que tiene conocer los hechos en terreno y estar “donde las papas queman”.

En entrevista con diario El Día, Hernández destacó la importancia de un desarrollo sustentable en un entorno de respeto hacia la cosa común y de conservación. Sin embargo, también comentó que no hay que estancarse en ella a toda costa, pues tan importante como la conservación del medioambiente, también lo es la de la especie humana.

Esta primera salida a terreno por parte del Primer Tribunal Ambiental marca un hito en su forma de trabajo a futuro.

-¿Cuál es la importancia de generar estas instancias?

“El trabajo de verificación en terreno de hechos que implican mayor envergadura, como es el caso Dominga, es muy relevante porque nos permite tener una apreciación más clara de los hechos. Permite hacer un escaneo en terreno y profundizar algunos aspectos de la materia que está en discusión, sea en la temática de medio marino, terrestre, humano, o las diferentes variables que pudiesen estar en controversia en un procedimiento jurisdiccional ambiental. Con esto, el tribunal pone de manifiesto la intención de inyectarle una mayor fuerza a la investigación. Queremos estar donde las papas queman, algo que tiene que ver con sopesar las cosas en terreno, que muchas veces en el documento quedan parciales”.

-¿Qué dificultad supone el caso Dominga no sólo para el Primer Tribunal Ambiental, sino también en la experiencia de los ministros titulares?

“El caso Dominga es un caso complejo, de múltiples variables, elementos de controversia, que nos ha demandado mucha energía, mucha concentración. El tribunal entero está enfocado en colaborar y resolver esta materia. Pero también es un caso que va a generar un fuerte aprendizaje para nosotros como jueces, y para la jurisprudencia del país. En definitiva durante esta visita hemos detectado elementos de mejora a propósito de los antecedentes que las partes nos han entregado y por supuesto en la sentencia queremos hacerlas ver, con el fin también de colaborar con la justicia chilena. A nosotros se nos encarga como tribunal cuidar el bien jurídico que se llama medioambiente, que es nuestra casa común, bajo aspectos de legalidad. Pero también tenemos que colaborar con toda la sociedad para que en forma sistémica el proceso de toma de conciencia y de resguardo de este bien jurídico sea más eficaz”.

-¿Cuál es la línea del tribunal?: ¿Desarrollo sustentable, o preservar el medioambiente a toda costa?

“Chile tiene tratados internacionales a los que se adscribe, donde el concepto de desarrollo sustentable es primordial. Todos apuntamos a desarrollarnos en nuestra vida, pero tiene que ser con un respeto al entorno y también bajo una lógica de colaboración del desarrollo de los demás. Si bien el ser humano es parte del medioambiente, él mismo es quien ha tomado conciencia de la importancia de cuidar la tierra y con ello, a nosotros mismos. Esto pudiera parecer ser una visión un poco antropogénica, pero ciertamente quienes tenemos la capacidad de conciencia es el ser humano y por ello hay que colaborar con la conservación”.

“Sin embargo, en la medida que vamos conociendo nuestro entorno, vamos teniendo la capacidad de cuidarlo. Y para ello, también necesitamos recursos. No podemos ser ingenuos en pensar que no podemos tocar nada. El solo hecho de que estemos respirando ya genera una contaminación. De ahí parte un principio que tiene que ver con la evolución de la vida en el planeta. Por supuesto que la naturaleza tiene una mayor capacidad que nosotros los seres humanos para evolucionar en diferentes dimensiones, y en estricto rigor nosotros debemos tomar conciencia de cuidar la naturaleza, pero principalmente por cuidarnos a nosotros mismos”.