En la región de Coquimbo, la producción de uva pisquera es una de las actividades más tradicionales y relevantes dentro de la actividad agrícola. Por eso, mejorar la productividad de empresas productoras permitirá a la industria acceder a nuevos mercados y al fortalecimiento del sector. Es el caso de la Cooperativa Capel, donde a través del apoyo de Corfo se está impulsando a que 30 empresas productoras desarrollen estas competencias.
“No nos podemos olvidar que el cambio climático llegó para quedarse. Nos estamos preparando para que cuando ocurran este tipo de fenómenos podamos estar preparados”, señaló Nicolás Fernández, subgerente de la Cooperativa Agrícola Capel. Regar con menos agua, cuidado del recurso hídrico y el Comercio Justo con Certificación de buenas prácticas agrícolas son parte de los ejes que serán implementados en las 400 las hectáreas comprometidas para este grupo de agricultores.
INICIATIVAS SE HARÁN EN LIMARÍ Y CHOAPA
La iniciativa se enmarca en el programa para proveedores de Corfo, con apoyo de la Asociación de Exportadores (ASOEX). “Estamos desarrollando dos Programas de Desarrollo de Proveedores con Capel. Uno en el Limarí y otro que está en etapa de diseño en el Choapa. Donde estamos abordando dos ejes muy importantes que son la eficiencia de riego, buenas prácticas agrícolas y mejoramiento de la productividad”, dijo el Director Regional (s) de Corfo, Gustavo Dubó, para de esa forma hacer más sostenible y viable la actividad de los cooperados de la región.
“Esta es una tarea importantísima para el desarrollo agrícola, en cuanto a la producción de uva pisquera. Con esto manejaremos bien el recurso y valor agregado porque estamos saliendo de una etapa de sequía muy prolongada. Es una materia muy interesante de conocer y desarrollar, donde hay mucho por implementar”, declaró Roberto Castillo, productor de la cooperativa Capel.
RESUMEN DEL PROYECTO
En esta oportunidad, Capel está buscando soluciones técnicas que permitan a sus cooperados incorporar la innovación adecuadamente y poder aprovechar al máximo los recursos hídricos y de gestión disponibles sin ver afectados sus potenciales productivos y volverlos cada vez más competitivos.
Este proyecto viene a ser parte de la planificación de la empresa demandante en el corto y mediano plazo, ya que permitirá seguir entregando herramientas y manejos tecnológicos para soportar las inestables condiciones de disponibilidad del recurso hídrico, y por otro lado, saber en qué estado están sus proveedores en la ejecución de buenas prácticas agrícolas y apoyarlos en su implementación, aportando en el manejo integral del cultivo de la vid para producir pisco.