En buen chileno, los seguidores de las corridas de toros deben haber estado muy agradados, entre los cuales no me incluyo, si porque en lenguaje de la tauromaquia, el diputado del PC, Daniel Núñez, cual Manolete, Paquirri ó Dominguín, sacó de su chistera todas las piruetas posibles para esquivar las embestidas (preguntas por la crisis de Venezuela con Maduro a la cabeza, por Cuba, China y Corea del Norte)    de los cuatro miembros del panel, Núñez se llenó de “oles” y de  “verónicas”, que rayaron en la perfección, nunca fue tocado por las preguntas, nunca las asumió como propias, siempre salvó “libre de polvo y paja” de las sostenidas arremetidas de los panelistas y cuando en un momento se vio complicado, no titubeo en echar mano a añejos argumentos para intentar  empatar ante la presión taurina por el tema de Cuba…, de seguro su aporte como político  al programa fue deficiente, pero como “torero”, lejos se llevó orejas y rabo de todos los panelistas, incluyendo las del moderador …y olé…

Luis Enrique Soler Milla

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