Sr. Director.
Hemos sido testigos como nuestro país hermano Perú ha rechazado el proyecto de ley aborto, la ha negado y archivado. Se ha justificado en nuestro país que la ley de aborto permite que todos tengan acceso a esta ley, dandole uso o no. Debemos ser claro que con la ley del aborto se transgreden principios éticos fundamentales de la persona, uno de estos es la defensa por el más débil. Estamos siendo complices pasivos del deseo de asesinato lo cual ya debería ser condenado por ley. Tenemos una constitución ambigüa en cuanto defensa de la vida se refiere, pero solo se alza la voz desde una mirada economicista de la productividad del país y no desde la persona en su dimensión integral. El ser cómplice pasivo es consecuencia de un sistema educativo que el Estado ha impulsado en no formar a la persona en el uso responsable y consciente de su libertad; no se da formación ética ni moral a los ciudadanos; no hay una jerarquización de valores, es por esta razón que muchos callan ante esta ley justificandola por medio de otra ley: la no discriminación. Es hora de decir SÍ A LA VIDA y no a la muerte. No le neguemos el derecho de la vida a esos indefensos seres humanos.
Fernando Villalobos.