Sr. Director: Quiero expresar mi preocupación respecto a la instalación de varios carteles gigantes ubicados en las principales calles de la ciudad y el cruce de La Cantera. Todos somos conscientes del fuerte crecimiento demográfico que ha sufrido La Serena en los últimos años: Barrios nuevos y publicidad surgen como la mala hierba, expandiendo poco a poco los límites urbanos y llenando las calles de avisos y carteles. Por un lado es entendible que ante la demanda de vivienda surja la oferta, pero cuando la desesperación por vender llega a niveles avariciosos, es cuando se pasa a llevar el entorno y se comienza a buscar estrategias más llamativas, más visibles, más grandes para publicitar. Estoy refiriéndome a las gigantografías de inmobiliaria que se comenzaron a erguir desde hace pocas semanas. Dos en Ulriksen, dos en el camino a La Cantera, uno llegando al aeropuerto, otros en Balmaceda. La altura, ancho y espacio visual que acaparan estos enormes carteles color piel afectan negativamente la visibilidad, orden y belleza de la ciudad, siendo que en los lugares en que los han ubicado ya hay bastante contaminación visual por otros carteles, cableado, luminaria, etc. Son tan grandes que desde la cima del Cerro Grande se pueden apreciar. ¿Lo peor? Se siguen instalando más y más. ¿La solución? Que las empresas inmobiliarias y de publicidad reduzcan el tamaño de dichas gigantografías, ya que parecieran quedar grandes en la pequeña ciudad de La Serena. No hay necesidad de carteles tan grandes y molestos. Para finalizar, reitero el descontento que me genera la contaminación visual producida por estos avisos (que gracias a Dios no son luminosos como el de Cuatro Esquinas con la Avenida del Mar) y espero que se puedan tomar medidas para reducir el tamaño y cantidad de los susodichos. Emilia Martinič, alumna del Colegio Alemán de La Serena

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