La Serena, 16 de enero de 2015.
Señor Director:
Entre el jueves 1 y el domingo 4 del presente acudí tres veces a Urgencias de la Clínica Elqui -única clínica en La Serena, como se sabe- por un dolor abdominal agudo. En todas se me trató con analgésico, antihemético e hidratación endovenosa y se me prescribió básicamente el mismo tipo de medicamentos, de presentaciones y marcas diferentes. La segunda vez se me hicieron numerosos exámenes, incluido un escáner. El domingo fui internada y derivada a un especialista, con el fin de que me practicara una endoscopía, necesaria para llegar a un diagnóstico, ya que podría tratarse tanto de una inflamación pasajera como de una enfermedad que requiriera cirugía inmediata, según me explicó el médico de turno. Al día siguiente, el médico al que se me había derivado me informó que la endoscopía sería dentro de un rato y me solicitó el resultado de un examen anterior, que llegó a mis manos en alrededor de 30 minutos. Sin embargo, él se había retirado. No había disponibilidad de pabellón, me explicó una enfermera, y la endoscopía sería el martes 6. Un “día cama” (y el costo correspondiente) en vano. A la mañana siguiente, el mismo médico decidió darme de alta sin hacer la endoscopía, por considerarla innecesaria, según me explicó. Otro “día cama” en vano. Además, se me había producido una erupción cutánea, de origen desconocido, que si bien ha disminuido, aún persiste. Aventuró que era alguna alergia e indicó antihistamínico. Sin embargo, creo que para diagnosticar se requiere algo más que una mirada; más aun, tampoco me extrañaría que fuera producto de las dudosas conductas de higiene y profilaxis que observé. Además, a estas alturas yo no confiaba en nada ni nadie.
Todo esto me resulta inexplicable. Pero más inexplicable es que, según el Médico Jefe, no corresponde a la Clínica diagnosticar el problema cutáneo ni hacerse responsable de las decisiones del médico que me trató, ya que no pertenece a la planta; sólo presta servicios en la clínica. A modo de excepción, como por buena voluntad, me exime del copago por el segundo día cama: sólo se le cobrará a la isapre. No es que yo sea muy amiga del sistema de isapres, muy por el contrario; pero si el escudo para subir los planes es el aumento de costos, casos como éste –que no creo que sea el único- no ayudan en nada al usuario. Como sea, lo más importante aquí es que cabe preguntarse: ¿qué pasa si, por una mala decisión de uno de estos médicos, un paciente muere? ¿la Clínica Elqui no se hace responsable?
Selma Guisela Parra Molina
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