Torre Bauer Vicuña

TORRE BAUER – VICUÑA Después de algunos años, quise volver sobre mis pasos y recorrer aquellos lugares que me depararon tantos momentos de felicidad y vivencias en los intensos años de mi infancia, entre otros, el histórico, longevo y angosto Puente Fiscal; los frondosos Pimientos de la Plaza de Armas; el Cerro de la Virgen; lo queda de la vieja Estación de FFCC (que bien podría estar convertida en un museo); la frecuente modificada Plaza de Armas; la renovada Escuela Primaria de Hombres Nª 1; la Iglesia Católica de la Inmaculada Concepción (centro espiritual de sus habitantes) edificada el año 1909 en la esquina del epicentro vicuñense, íconos todos. Pero hay un lugar que he querido dejar para dedicarle unas sentidas frases, aquel que ha sido emblema de la ciudad, portada de un sinnúmero de libros, guías turísticas, estampillas, artesanías y otros productos que se han apoderado de su misma altiva belleza, me refiero a la Torre de Bauer, la misma que todo visitante se fotografía dejándola como mudo testigo de su estadía. Torre de manufactura alemana, de fuerte color rojo que contrasta con el eterno e intenso cielo azul del Valle. Sin embargo hoy la vemos “enferma”, su color desvanecido, con sus revestimientos de madera carcomida, rota o simplemente con piezas faltantes, sus cuatro relojes “cansados” dejaron de funcionar hace años, como también, desde hace años que no se puede ascender por su empinada escalera de caracol. ¿Si viviera su mentor el Alcalde Adolfo Bauer que nos diría?, o mejor ¿Qué nos pueden decir hoy sus autoridades acerca de su postergada restauración? Es tiempo que Vicuña despierte y se preocupe por recuperar su patrimonio cultural, esa postal que a todos nos llena de emoción.