Mucho se habla de las reformas que ha realizado o que impulsa el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Se les califica de inconducentes o incluso de populistas. Sin embargo, la realidad dice otra cosa sustancial.Justo cuando está en marcha el proceso de postulación a la educación superior, más de 500 mil jóvenes en todo Chile recibirán ayuda para estudiar y cerca de 250 mil podrán hacerlo de manera gratuita. Durante este año, además, y tal como se comprometió el Gobierno, se incorporará a la gratuidad, el área técnico profesional para estudiantes matriculados en IP o CFT que cuenten con los requisitos de acreditación y que sean sin fines de lucro. En nuestra región también aumentarán los beneficios sociales y con eso la ayuda directa a las familias. Según la División de Educación Superior del Mineduc de 19 mil postulantes, 11.046 ya están preseleccionados y cumplen con los requisitos para obtener gratuidad. Del total, 7.391 corresponde a quienes realizarán su primer año de estudios, mientras que 3.655 son para quienes ya van más avanzados.Si analizamos los tipos de establecimientos del cual provienen los estudiantes, los más favorecidos pertenecen a colegios municipales y subvencionados, por tanto, se ayuda a sectores medios y populares.Pese al boicot de la derecha, los hechos concretos están demostrando que la gratuidad en educación superior es positiva para miles de familias, quienes ya no deberán endeudarse o desembolsar dinero para mejorar el futuro de sus hijas o hijos.La derecha hará todo lo posible para torpedear este tipo de reformas, ya que afectan sus jugosos negocios. La gratuidad debemos defenderla con mucha decisión, porque la educación es un derecho social y nunca más puede ser vista como un bien de consumo que se transa en el mercado.

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