Cuando la Familia Política & Asociados ante la cercanía de elecciones presidenciales percibe en una primera mirada que no tiene nuevas figuras destacadas, descollantes, que cautiven a una masa crítica de electores, tan alejados, molestos y empoderados, inmediatamente se les encienden las luces de alarma, luz amarilla cuando comienzan a aparecer candidatos que lógicamente no tienen su aprobación y se lanzan a la carrera presidencial con arengas y propuestas populistas, que quieran ó no desacomodan el mapa electoral al dividir en más partes la torta, incluso algunos emergen de sus propias ramas familiares, la luz naranja se les muestra cuando ante esta preocupante situación y la obligación de tener “sí ó sí” un candidato, deben bajar a buscar a sus cuarteles de invierno, a “viejos (con cariño) conocidos y curtidos en estas lides”, pero sabiendo de antemano que también tienen sus cuotas importantes de anticuerpos en los que se deberían levantar un domingo para votarlos, las razones, las propias que tienen, un Lagos ó un Piñera que ya pasaron por La Moneda, que mostraron sus cartas, se las jugaron en sus cuatro años y la gente para bien ó para mal sacó sus conclusiones, poco a poco las débiles señales de algún cambio por parte de la Familia Política & Asociados se hacen humo, sencillamente no hay más opciones, es lo que hay…, mientras tanto Lagos lo está pensando y Piñera ya viajando por el país, lo decide el 2017…; y la temida luz roja, es sinónimo de la abstención, ausencia de votos, la abulia de la gente, que les podría aguar la fiesta, eligiendo a un “populista” con un “sombrero lleno de conejos y palomas” prometiendo solucionar todos los entuertos de una vez, experiencias que otros países de la vecindad han pagado muy caro…, ¿Qué les queda, para tener solo la luz verde?... vencer fantasmas como…”segundas partes nunca son buenas”, “más vale alguien conocido que otro por conocer” ó “chiste repetido….” y otros, es la dura tarea que se le viene a toda la vapuleada “Familia Política & Asociados” en pleno, para colocar nuevamente a uno de los suyos en La Moneda…
Luis Enrique Soler Milla
