Mientras pasan los días, las patologías crónicas relacionadas con nuestro estilo de vida como la diabetes, cáncer, obesidad y enfermedades cardiovasculares cobran innumerables vidas en países desarrollados y en vías a serlo. Se les denominan las llamadas "enfermedades del hombre moderno". Ya pasaron los tiempos en que las infecciones de distinto tipo nos acechaban y nos aniquilaban. Bueno, esto era lo que se creía.
Se estima que para el año 2050 las enfermedades infecciosas bacterianas serán la principal causa de muerte incluso por sobre las enfermedades cancerígenas y la Organización Mundial de la Salud está poniendo en alerta a todos los países. ¿Y esto debido a qué?. Nos encontramos en una verdadera época apocalíptica donde las bacterias están generando resistencia a todos los antibióticos ya existentes y no podemos controlarlas. Ya se está hablando en los medios de comunicación del origen de las "superbacterias". Pero si analizamos el fenómeno veremos que esas superbacterias han aparecido gracias (o por desgracia) del mismo ser humano. ¿Cómo ocurrió esto?.
Las bacterias al estar en presencia de un antibiótico desencadenan mecanismos que le permiten adaptarse y sobrevivir a ellos lo que genera la conocida resistencia. Si un tratamiento farmacológico es seguido adecuadamente la bacteria es destruida y el proceso de infección se detiene. Pero los humanos cometemos errores garrafales como tomar antibióticos ante cualquier infección aunque no sepamos si es bacteriana, no terminar un tratamiento dejándolo de lado a penas nos sentimos mejor, usando indiscriminadamente antibióticos en nuestro ganado, etc. Todo esto conlleva a que las bacterias se expongan a los antibióticos pero no el tiempo ni la cantidad suficiente como para ser destruida (lo que no te mata, te hace más fuerte) y al sobrevivir por mecanismos genéticos logra desarrollar resistencia y peor aún, traspasarla a otras bacterias lográndose así una propagación de bacterias resistentes a los antibióticos.
Estamos pronto a volver a la Edad Media en términos médicos infecciosos y esto por el indiscriminado uso de los antibióticos tanto de los pacientes como de los mismos médicos que prescriben sin regulación técnica en el tema.
Pronto en Chile comenzará una campaña informativa para detener este proceso y lograr detener la resistencia a los antibióticos debemos tomarlo con seriedad y lograr informar a la población en un lenguaje simple y digerible sobre un tema que a corto plazo puede perjudicarnos de una forma inimaginable.