El cambio climático llegó para quedarse

De acuerdo a la información entregada por el Centro de Estudio Avanzado de Zonas Áridas (CEAZA), el fenómeno de la Niña se seguirá manifestando al menos hasta el trimestre de otoño (marzo-abril-mayo) en la Región de Coquimbo. De esta manera se espera que el otoño sea más seco y frío de lo normal, y también existe la posibilidad de que se registren heladas tempranas.Este escenario podría complicar aún más la difícil situación hídrica que vive la zona desde hace muchos años. Los meses de otoño se presentan siempre como una oportunidad de contar con precipitaciones que permitan recargar las napas subterráneas y llenar los embalses.Las heladas podrían ser fatales para la agricultura. Se puede producir el retraso en algunos cultivos, hasta la pérdida de muchos de ellos. En la región sabemos de este tipo de eventos que han afectado a cientos de agricultores en el pasado. Para ello, el Ministerio de Agricultura ha hecho un llamado a contar con seguros agrícolas. Existen seguros agrícolas para frutales que permiten justamente estar preparados ante riesgos climáticos como heladas, granizo, lluvia, viento y nieve. El seguro para frutales opera en Uva de Mesa entre Atacama y O’Higgins, uva viniera en Coquimbo y el Maule y también la uva Pisquera entre Atacama y Coquimbo.Pero sabemos que estos eventos que hoy nos parecen anormales, serán cada vez más habituales debido principalmente al cambio climático que vive el planeta. El cambio climático llegó para quedarse.Es por ello que deberemos aprender a vivir con esta realidad de estrés hídrico. Gracias a las autoridades visionarias la Región de Coquimbo está mejor preparada que otras para enfrentar esta situación. La construcción de embalses ha permitido que la agricultura haya podido seguir funcionando hasta en los momentos más críticos. Hoy nuestros embalses tienen un 35% de acumulación de agua para afrontar los próximos meses. Pero debemos seguir trabajando para tener más embalses, mejores sistemas de conducción y tecnología para monitorear los canales. Aquí es clave el trabajo que hace la Comisión Nacional de Riego entregando recursos para incorporar la telemetría como un mecanismo de control para poder entregar la cantidad de agua justa a cada uno de los regantes. Debemos seguir incentivando proyectos de riego que aumenten la eficiencia y la seguridad hídrica.