Llega el calor y los alimentos empiezan a sufrir procesos de descomposición, que hacen que aumenten el desperdicio de alimentos al disminuir estos rápidamente su vida útil, producto de reacciones químicas propias y del desarrollo de microorganismos que están presentes en los alimentos.Esto aumenta la posibilidad de que consumas algún alimento que pueda generarte alguna enfermedad alimentaria, la cual puede ir desde una simple diarrea hasta deshidrataciones severas que pueden hacer que tengas que ser internado en un servicio de urgencia. ¿Cómo evitamos esto? Muy Fácil, pon atención a estos simples consejos que te ayudarán a mantener tus alimentos por más tiempo y en buen estado y también evitarán que tú te enfermes.Los alimentos cocidos, deben consumirse dentro de las 72 horas de haber sido preparados. Si vas a comprar comida preparada, compra lo que vas a consumir y no demás. Evita congelar lo cocido, al descongelar pierden proteínas y esto no mata las bacterias.Las verduras de hoja verde como lechuga, espinaca, acelga y otras, puedes refrigerarlas para hacerlas más duraderas. Guárdalas en una bolsa con orificios y no laves hasta que vayas a prepararlas para consumirlas, así evitarás que sean atacadas por hongos.Las carnes duran máximo 8 días, por lo que deben consumirse antes de ese tiempo pues los centros de distribución ya las han mantienen refrigeradas por lo menos un par de días más. Los huevos deben ser refrigerados en cuanto son comprados para que aumenten su vida útil, dado que la cáscara es porosa, y esto puede permitir que las bacterias que se encuentran en la superficie puedan ingresar y descomponer rápidamente el huevo.Los pescados deben tener sus ojos convexos, brillosos y cristalinos, la carne debe ser firme y elástica, las agallas de color rojo brillante. Evita consumir alimentos marinos crudos. Si los productos marinos son mantenidos a temperaturas superiores a 4°C, no durarán más de dos días.Las frutas cómpralas de acuerdo a lo que vas a consumir, así evitaras que se deshidraten, fermenten o que sean atacadas por hongos. De lo contrario debes refrigerarlas rápidamente. Evita descongelar y congelar de nuevo. Esto genera que las bacterias presentes en los alimentos puedan desarrollarse en un número considerable, que te hará enfermar una vez que los consumas.

 

Claudia Narbona C.Ing. en Alimentos y académica de Nutrición y Dietética, UCEN

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