se espera que este lunes 2 de mayo se verifique una nueva reunión de la mesa tripartita que negocia las compensaciones a los usuarios del mercado de productos de papel tissue, a raíz de la colusión de las empresas del rubro, lo que ha significado uno de los escándalos empresariales más grandes de los últimos años.
Tanto la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu) como el Servicio Nacional del Consumidor, SERNAC, han estado pujando por establecer un mecanismo compensatorio a los consumidores, con estándares como los que se conocen en las economías OCDE. 
En verdad, es sano y razonable que tanto la CMPC como los consumidores se hayan sentado a la mesa a debatir el tema y resolverlo, pero preocupa que el rol del Gobierno no ofrezca una mayor nitidez. Si las empresas van a acceder a una compensación, es necesario que el Ejecutivo plantee cuáles son las directrices, los énfasis y algunos mecanismos que guíen este acuerdo.
Lo que no queremos es que una eventual compensación olvide que son muchos los chilenos de regiones los que se han visto afectados por esta y otras colusiones. La nueva ley de protección de consumidor que estamos tramitando en el Senado estipula que los avenimientos, conciliaciones o transacciones deberán establecer un mínimo de acciones destinadas a informar a quienes resulten alcanzados por el acuerdo, de manera de facilitar la entrega efectiva del dinero.
En este proceso se está trabajando para asegurar que estos beneficios alcancen a todos los consumidores y no sólo a agrupaciones centralizadas. De hecho, aprobamos un artículo transitorio que asegura el carácter nacional de las asociaciones de consumidores, para lo cual tendrán que estar emplazadas en tres o más regiones de Chile, extendiéndose luego a cinco o más regiones.
Hay demasiadas carencias en materia de conectividad, apoyo al comercio regional, mano de obra para la pyme, salud y educación, como para que eventuales compensaciones se queden únicamente en Santiago.
Sí, celebramos que el Gobierno tome un rol a través del SERNAC en estas negociaciones con CMPC, pero esperamos que este sea sólo el comienzo de una actitud más vigilante y ordenadora en el proceso de mediación colectiva, de modo de garantizar que las compensaciones no se quedarán en una sola región.
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