En éste último mes, hemos visto y seguido el juicio oral de N.R. en los medios de prensa, donde sin duda ha sido un desfile de testigos que suben al estrado para dar a conocer su testimonio, su noción de los hechos o lo que fuere con relación al caso de una mujer que fue violentada, humillada y mutilada.
No ha sido suficiente que defensores públicos hiciesen preguntas tan humillantes de su vida sexual, cosificándola, sino que también éstas sean transmitidas por televisión abierta casi en cadena nacional como cuando se transmite la teletón, donde un morbo exacerbado por los medios y por los que consumimos prensa escrita, radial y televisada debemos hacernos cargos y hacer el mea culpa.
En un comienzo vi con esperanza la empatía de la gente por el caso de N.R., donde se manifestaban en las calles la exigencia de justicia para un hecho tan escabroso como éste, y así mismo por los medios de comunicación, por tanto supuse que este juicio sería tratado con la mayor de las delicadezas posibles, pero lamentablemente no, las mentes sin escrúpulos han ido in crescendo, a tal punto de televisar parte de un informe ginecológico de la víctima, el cual merece repudio y que debe ser condenado por todos. En serio ¿Era necesario buscar sintonía acosta informes tan íntimos como el anteriormente mencionado?
No me acusen de ser tan majadero en nombrar los medios de comunicación, pero así como ellos son tan majaderos de ser partícipes de campañas que llaman a denunciar a los agresores de tales hechos de violencia, uno como civil también debe ser majadero en exponer su falta de criterio y empatía con la privacidad de una mujer que fue agredida a tal punto perder sus globos oculares.
Ahora me formulo una última pregunta; las mujeres y hombres que han sufrido violencia intrafamiliar, ¿Estarán dispuestos a denunciar después de ver que posiblemente sus relatos y la de otros profesionales como un ginecólogo sean transmitidas como un reality show donde lo que se busca promover sea el morbo?
Lamento profundamente como ciudadano, que en nuestra sociedad se trate con tanta naturalidad el apropiarse de la historia de una mujer que fue violentada de la peor e irreversible forma que podamos imaginar, y ademas conocer sus intimidades de la forma más invasiva.
Comencé esta columna solo dando las iniciales de la víctima, porque creo que así debió ser desde el principio, hoy no quiero ser parte de este show. No olvidemos que hay una familia, y sobre todo niños que sin quererlo también han sido expuestos, por favor cesemos esta sociedad morbosa.