El reportaje periodístico de cómo es un día de Raúl Alarcón (Florcita Motuda) como diputado permite llegar a algunas conclusiones..., definitivamente se requiere con urgencia elevar los requisitos para postular a cargos parlamentarios, no es posible que toda su permanencia, participación, eventuales aportes y decisión de cómo votar en las sesiones sean absolutamente tomadas por sus asesores, y no por el diputado Alarcón, que por los demás deja muy claro que no entiende nada de aspectos legales de su cargo y como colofón, no le interesa estudiar para aprender, es decir quienes votaron por el candidato Raúl Alarcón (Florcita Motuda), en realidad lo hicieron por sus asesores, debidamente financiados por todos los chilenos, cuento aparte es el reconocimiento de Alarcón, de que se aburre, tiene temor de dormirse en las sesiones y de tener pérdida de memoria, y todo lo combate con el uso de la “trementina”...
Claramente el aumento del número de parlamentarios en el Congreso, eligiéndose algunos “por arrastre”, más que por votos efectivos en su favor, sumado a los paupérrimos requisitos exigidos para postular y el conocer el caso puntual entre otros, del Diputado Alarcón, debiera llevar obligadamente a nuestro poder ejecutivo a proponer cambios drásticos en los protocolos para postular a un sillón del Congreso,... una cosa es el apoyo popular del candidato y otra muy diferente es tener los respaldos suficientes para cumplir a satisfacción de sus electores su labor parlamentaria,... la necesaria presencia de multitudes de asesores en el Congreso es el fiel reflejo de la exigua preparación de las personas que llegan elegidas a ocupar sus escaños..., ...para muestra una... flor...
Luis Enrique Soler Milla