Esta semana se conoció la propuesta del Gobierno para reformular el actual sistema de pensiones, con miras a aumentar las jubilaciones de los chilenos. Las medidas que anunció la Presidenta incluyen incrementar el ahorro de un 10 % a un 15 % con cargo al empleador en un plazo de 10 años, devolver las comisiones a los cotizantes cuando se registren pérdidas y fortalecer el pilar solidario.Sin duda que es positivo que el Gobierno haya respondido de manera rápida a la demanda de la ciudadanía que se manifestó masivamente en las calles. Pero este tema es de tanta importancia y responsabilidad, tanto para el Poder Ejecutivo como para el Congreso, que es menester levantar algunas alertas.Es necesario que debatamos sobre mecanismos que permitan mejorar la rentabilidad de las pensiones, ya que las señales que hemos tenido hasta ahora indican que el 5 % adicional de cotización no irá a cuentas individuales, por lo que es válido preguntar qué pasará con la clase media que no califica para el pilar solidario y tendrá que batirse con su propio ahorro.Otro tema relevante es despejar que ese 5 % adicional sea efectivamente con cargo al empleador y no termine traspasándose al sueldo de las personas. Por otro lado, si se vincula la comisión que cobra la AFP con el riesgo de pérdidas se estará incentivando sólo el uso de instrumentos de renta fija, que son menos riesgosos, pero menos rentables.En suma, hay que incluir en las medidas que el Gobierno propone, herramientas que permitan dos cosas esenciales: ocuparse de los actuales jubilados que han pagado el costo del sistema, y generar mecanismos que permitan aumentar la jubilación futura de la gente de clase media. Estamos justo a tiempo.
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