El verano es época de festivales.No bien comienza la llamada estación estival, comienzan a promocionarse festivales musicales en todo el país, algunos ya bastante desprestigiados y repetidos como el tradicional y farandulero Festival de Viña del Mar, o el cada vez menos folklórico Festival del Huaso de Olmué, y algunos otros que se les tratan de acercar…Todos estos festivales tienen en común la parafernalia propia de estos eventos, millonarias contrataciones de grandes artistas invitados, una competencia mediocre de muy poca relevancia, entrevistas intencionalmente polémicas, un intenso marketing de los auspiciadores aprovechando la cobertura televisiva, y el público, aquella masa inconsciente y desaforada en busca de diversión, que por haber pagado una entrada se siente la dueña del espectáculo, y protesta ruidosamente cuando este no cumple sus expectativas.Pero afortunadamente, hay otros festivales  - infinitamente más modestos - pero diferentes. Sólo como un ejemplo : este viernes y sábado se llevará a cabo en el Teatro Municipal de La Serena, con entrada gratuita, la novena versión del Festival Nacional de la Canción de Personas con Discapacidad Visual, un evento que sólo busca dar a conocer a la comunidad las capacidades de expresión artística que tienen estas personas,  y así otorgarles un espacio de conocimiento y difusión.Lo anterior, por iniciativa del Club de Leones de Peñuelas, con el apoyo del Fondo de Cultura del Gobierno Regional, de la Ilustre Municipalidad de La Serena y del Colegio de Ciegos Luis Braille de esta misma ciudad.El Festival cuenta esta vez con 14 participantes con discapacidad visual, provenientes de todo el país, los que competirán lealmente y seguramente en forma muy estrecha, por los tres primeros lugares.Es un evento al que vale la pena asistir, para comprobar como también las personas con discapacidad son capaces de expresarse artísticamente, e integrarse plenamente a su entorno y sentirse incorporados en nuestra difícil sociedad actual.  

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