Este 10 de diciembre celebramos los 70 años desde que nuestra Gabriela Mistral recibiera el Premio Nobel de Literatura y se convirtiera así en la primera iberoamericana en recibir este reconocimiento internacional. En todo el país se han organizado actividades para conmemorar esta fecha, pero sin duda el legado que nos ha dejado nuestra poetisa traspasa lo meramente literario, ya que hoy su figura y herencia nos pone como desafío la revalorización de la  enseñanza pública.
Gabriela Mistral fue hija de la educación pública de calidad en nuestro país y esto nos hace sentido como Gobierno, ya que precisamente con la Reforma Educacional, que impulsa la Presidenta Michelle Bachelet, nos hemos propuesto volver a darle a la educación pública el sitial que merece, para que podamos seguir formando más Gabrielas sin importar su origen o los ingresos de sus padres. Y debo decir que esto ya lo aseguramos con la Ley que pone fin al lucro, la selección y el copago, porque no queremos que nuestros niños no puedan desarrollar sus potenciales, por no contar con el dinero necesario.
Además, estamos trabajando en el Plan Nacional Docente, porque queremos reconocer a esos profesores que día a día trabajan arduamente por sus alumnos, tal como lo hizo Gabriela, quien dedicó su vida a la enseñanza y a democratizar el conocimiento desde una postura clara de defensa de lo público. 
Y, precisamente, en la defensa de la enseñanza pública es que ya ingresamos al Congreso el proyecto de Ley que crea el Sistema de Educación Pública, para que nuevamente el Estado tenga la responsabilidad de administrar y gestionarla, para que asegure que ella sea de calidad, abierta a todos y un factor de cohesión.
Como Gobierno sabemos que hemos avanzado en materia educacional, por eso seguiremos intensificando nuestros esfuerzos para construir un sistema educativo justo, inclusivo y de calidad, tal como lo esperaría nuestra Premio Nobel.
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