En Chile, y de acuerdo a un estudio realizado por Atisba Chile, “De 913 zonas analizadas en 25 ciudades, 64 fueron clasificadas como guetos concentrando una población de 1.684.190 habitantes. De este total, el 44% vive en el Gran Santiago y el 56% en regiones”. (Atisba, 2010, pág. 23). Lo que muestra una realidad alarmante, y que lejos de disminuir, ha crecido notoriamente, es importante mencionar, y como lo indica el estudio realizado por Atisba (2010) el fenómeno de los guetos producidos en Chile, no se deben únicamente a los factores económicos que los sectores puedan poseer, también responde a la calidad de vida de los habitantes. El no contar con los servicios municipales garantizados[1] básicos, también los enfrenta a una realidad espacial en donde el gueto se convierte en el lugar en donde habitan, la distancia con las grandes ciudades impide una cercanía con servicios que solo se garantizan en estas grandes urbes lo que los enfrenta a una realidad completamente diferente.

Llama la atención que los guetos no se presenten únicamente en zonas aisladas, también se ubican en las capitales de las regiones nacionales como lo son las ciudades de la Serena, Santiago y Concepción, en donde se muestran altos índices de pobreza v/s el desarrollo que presentan las mismas.

En la actualidad, uno de los principales problemas que enfrentan las políticas públicas en torno a demandas sociales, son la construcción de viviendas de calidad, que garanticen a las personas una repartición equitativa de los recursos, en donde no se segreguen a las comunidades por sus características étnicas, sociales o culturales para evitar la proliferación de los guetos urbanos.

La falta de planificación al momento de autorizar estás grandes construcciones deja en evidencia la falta de monitoreo a priori por parte del Estado, perjudicando únicamente a la ciudadanía, creando una sensación de descontento con las entidades estatales encargadas de garantizar el derecho a una vivienda digna.

Camila Vásquez

 

[1] Áreas verdes, Recolección de residuos sólidos domiciliarios, iluminaria, patentes comerciales, licencias de conducir, permiso de circulación, registro social de hogares.

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