Las lecciones del terremoto y tsunami de Coquimbo el 16 de septiembre de2015

Cada gran evento sísmico acompañado de un tsunami en Chile, ha significado leccionestanto para el mundo científico como para la normativa y las políticas públicas en el país. El16 de septiembre de 2015, Coquimbo vivió uno de los mayores sismos de ese año en elmundo (magnitud 8,4). Se trató de un sismo de contacto entre las placas de Nazca ySudamérica, es decir, un sismo inter-placa, cuyo epicentro se ubicó a 42 km al oeste de lalocalidad de Canela Baja. A partir de trabajos de investigación, fue posible evidenciar que el tsunami generado poreste terremoto tuvo arribos de las primeras olas en tiempos más cortos que lo observado enel terremoto del Maule de 2010. De hecho, las primeras olas alcanzaron las costas de lazona frente a la ruptura sísmica en minutos, tiempo comparable al que se requiere paraprocesar la información técnica necesaria para decretar la alerta de tsunamis a lo largo delterritorio.Una lección importante dejado por este evento es reforzar la educación para la auto-evacuación de la población costera. Por lo tanto, si el movimiento sísmico dura más de 30segundos y cuesta mantenerse en pie, las personas ubicadas en el borde costero debenevacuar en forma inmediata, sin esperar instrucciones, ni alertas de tsunami. Por otro lado, en términos de la duración del tsunami, el terremoto de Illapel de 2015,confirmó lo observado el 2010, pues nuevamente se registraron inundaciones importantesincluso varias horas después del terremoto, no siendo necesariamente la primera olala más destructiva. El tsunami es un fenómeno que se desarrolla en el tiempo, con varias olas sucesivas cuyopoder destructivo puede mantenerse incluso varias horas después de ocurrido el terremoto,por lo tanto el tiempo de espera para volver cerca de la costa, no debe ser inferior a unahora. El terremoto de Illapel, nos llama a reforzar la educación ciudadana en Chile y a lapreparación para la autoevacuación frente a tsunamis de toda la población. Pero también acomplementar nuestro sistema de alerta de tsunamis con nuevos instrumentos deobservación de la superficie del mar y capacidades de pronóstico en tiempo real, que nospermita realizar un seguimiento del tsunami durante todo el tiempo que está activo. De estamanera podremos asegurar que no existan riesgos para la gente y menos que existanpersonas que vuelvan a zonas bajas cuando el peligro de inundación sea aún importante.Rodrigo CuenfuegosDirector de CIGIDEN y académico de la Facultad de Ingeniería UC

Autor

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Rodrigo Cienfuegos, es académico de la Escuela de Ingeneria de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Director del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, CIGIDEN.

 

 

 

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