Ya resulta inexplicable la dilación de nuestro papa Francisco para resolver la situación de la Iglesia Católica en Chile, en particular la poco aconsejable mantención en sus cargos a los Arzobispos Ricardo Ezzati y Cardenal Javier Errázuriz, entre otros curas involucrados directa e indirectamente en abusos sexuales, descartando que Francisco ya se preguntó...¿Qué haría Cristo puesto en mi lugar? y además tendría la respectiva respuesta, lo único que explicaría la demora de sus esperadas decisiones, una de dos... aún no encuentra los reemplazantes adecuados ó simplemente el “lobby” de la Curia Romana “es más fuerte”... Luis Enrique Soler Milla
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