Cómo todo joven profesional al postular a tu primer trabajo vas con el temor que la entrevista llegue al ítem o pregunta ¿Cuántos años de experiencia tiene? Difícil pregunta ¡eh!, pero les has preguntado ¿De qué experiencia me hablan? esa experiencia de hacer mecánicamente un trabajo donde los procedimientos predominan sobre la creatividad e innovación, aquella que se decide en cuatro paredes de 8 am a 6pm “non stop”, esa experiencia que algunos buscan desde la inconformidad hacia la obtención de la zona de confort (zona de confort = no arriesgar). Claramente mi respuesta es; si, la tengo, pero no la quiero y les explicare porque, la experiencia que se busca en la vida para mí no es aquello mencionado anteriormente, a ello lo llamo rutina.
Yo busco una “experiencia” que lleve a caminar kilómetros junto a un paisaje que cambia su color y forma en cada paso que doy , donde la realidad del territorio me lleve a dar con soluciones a problemas esenciales de la vida de una persona; traslado, vivienda, educación, salud y habitar en un territorio con identidad local, allí transita mi experiencia, y es significativa desde conversar junto a un caliente té con don Walter inmiscuyéndonos en los orígenes diaguitas para después jugar a la pelota con Javiera, la arquera estrella de la escuela rural hasta acompañar a mi dupla Tamara por la carretera curvada imaginando un huerto para la escuela Espinal. Solo para compartir sueños de una vida mejor con hombres y mujeres; niños y niñas; adultos y jóvenes, cada vez que hago dedo para llegar a una comunidad en Río Hurtado, significativamente mi experiencia es confabular con el paisaje que se nos ofrece a diario durante un año para entregar(nos) a este entorno prestado.
La mayoría de los profesionales de Servicio País vienen de diferentes regiones a habitar a un lugar desconocido, lugar que día a día adquiere significado y forma porque te acoge con su belleza y te arropa con nostalgia en los días grises, eres un invitado de muchas vidas en donde tú escribes pasajes que seguramente no se volverán a repetir. Nosotros, los servicio país, somos aquellos que llegan a sectores donde nadie más llega porque en esta experiencia se adquieren mucho más que conocimientos académicos, porque las problemáticas te obligan a releer cada día políticas públicas, enfoques de derechos, datos estadísticos y recuerdos de tus noches de estudio universitario, todo ello te lleva a ingeniar soluciones pertinentes con lo que tenemos a mano, que es nuestro ímpetu por generar equidad en donde escasean las oportunidades.
Finalmente, la experiencia me la llevo en un espacio abierto en cada trayecto que realizo a diario porque quizás en una de esas esta experiencia sea la más importante para cada joven profesional en Chile, entregar sus conocimientos en sectores alejados y conectar sueños con realidades para mejorar calidad de vida, reconocer sus historias, asociar mi vida del barrio con la del sendero y vincular por un año el compromiso de construir un Chile mejor.
La experiencia la elijes y el compromiso social también.
