El ganador en las encuestas no es Piñera ni Guillier. No se trata de Carolina Goic o Beatriz Sánchez. El ganador es No Sabe/No Responde. Ante el nivel de abstención de las últimas elecciones, en noviembre una masiva concurrencia a las urnas podría maquinar un resultado inimaginable. Incluso podría ganar la elección algún candidato que hoy no marca un 1 por ciento de las encuestas. Pero eso no es exclusivamente el tema que nos convoca.

 

El escenario político chileno en la actualidad es una cosa que preocupa a muchos. Nadie vota, nadie quiere votar y a nadie le importa. La incertidumbre respecto a las presidenciales y parlamentarias de noviembre (hasta hora Guillier y Piñera estarían pasando al balotaje) es panorama obligado y muy distinto al de cuatro años atrás, cuando la victoria de Michelle Bachelet era segura gracias a su alianza con las manifestaciones de amplios sectores que operaban en la coyuntura. Quién ganará en las elecciones es una pregunta que pocos se atreven a responder con seguridad.

 

Existen varios precandidatos para las primarias y algunos que incluso se aventurarán a competir directamente en primera vuelta el 19 de noviembre. Frente a esto, creo necesario poner de manifiesto los antecedentes de este escenario inédito, junto con dilucidar las estrategias de los principales candidatos y candidatas. Hablaré de Alejandro Guillier, Sebastián Piñera, Beatriz Sánchez y Carolina Goic, pues creo que sus posiciones definirán, no solo la presidencial, sino también muchos cupos parlamentarios y en cierta medida el camino que tomará Chile en los próximos años.

 

Como antecedentes y causas del escenario político actual tenemos varias situaciones tanto como hechos puntuales. Los principales son: el fin del sistema binominal, el inicio de manifestaciones generalizadas por derechos sociales, la izquierdización de la Democracia Cristiana, las reformas laboral, educativa y tributaria, el bajo crecimiento económico, el desempleo, las tendencias de la región latinoamericana en materias electorales y políticas, etcétera. Como podemos ver, no existe un solo antecedente de lo que sucede hoy en Chile, pero sí existen algunos que podemos catalogar de principales.

 

El primero es el fin del sistema binominal (junto con las reformas a los partidos políticos y sus formas de financiamiento). El nuevo sistema (proporcional d’Hondt) constituye una apertura del espacio político, tanto a la fracturación y diversificación de las corrientes que lo componen, como a la entrada rampante de nuevos movimientos. A partir de esa apertura, surgen movimientos que se han consolidado como fuerzas políticas medianamente importantes (como Revolución Democrática y el Movimiento Autonomista) y otros que se amparan bajo el alero de los partidos tradicionales. No hay que olvidar que surgen dos coaliciones que serán claves para la eventual segunda vuelta: el Frente Amplio (RD, PH, MA, IA, etc.) y Sentido Futuro (Ciudadanos, Amplitud, etc.).

 

El segundo antecedente que se constituye como de gran importancia es el inicio de manifestaciones generalizadas a favor de la garantización de derechos sociales. Por supuesto, me refiero a las convocatorias No + AFP, por la educación, etcétera. Estas manifestaciones se han convertido en una palanca electoral de gran importancia para los candidatos y candidatas, pero ninguno ha sabido capitalizarla en las preferencias.

 

El tercer antecedente corresponde a la dimensión macroeconómica del país. El desempleo ha subido y el crecimiento es el más bajo en los últimos años. Aunque puede o no corresponder esto último a una mala gestión del gobierno de Michelle Bachelet, la sensación general indica que sí, así como la baja aprobación del gobierno refleja un descontento general respecto a las autoridades e instituciones.

 

Frente a esto, se erige como el candidato fuerte de la oposición el exmandatario Sebastián Piñera. El expresidente lidera en las encuestas, combinando apariciones frecuentes en la prensa con declaraciones categóricas y propuestas concretas. Políticamente, la estrategia de Piñera ha sido casi impecable hasta ahora: sigue mostrándose conservador, frente a primarias que serán de la derecha dura (RN y UDI), ha esquivado momentáneamente las graves acusaciones en su contra por casos judiciales y presenta una campaña fuerte. Sin embargo, el desafío para Piñera no es ganar las primarias: cuando se enfrente a las elecciones en noviembre, deberá mostrar apertura en sus lineamientos para seducir al electorado de centro, pactando obligatoriamente con Sentido Futuro.

 

El candidato a derrotar a Piñera en las elecciones no puede ser otro que alguien con autoridad moral suficiente para criticarlo. El político mejor evaluado, más confiable, el político más apolítico. Alejandro Guillier se ha mostrado como el contrario absoluto de Piñera: cariñoso, cercano, amable y abierto. Su maleabilidad política le ha permitido recibir el apoyo del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) y del Partido Socialista (PS), destrozando en los comicios internos de los partidos a figuras de la categoría del expresidente Ricardo Lagos, sin poseer ninguna propuesta concreta o gozar de un acuerdo programático básico. Guillier tiene su desafío bastante claro, y sabe que puede ser lo que lo haga perder la elección: definirse como el candidato del oficialismo, cuando el gobierno tiene un 65% de desaprobación, es peligroso. Por esto, el desafío de Guillier no es posicionar la continuación de las reformas en la opinión pública, sino definirse de manera tal que suscite el apoyo del sector más amplio de la izquierda chilena.

 

Frente a dos candidatos opuestos que disputan las preferencias electorales palmo a palmo, es tema seguro el qué pasará con la Democracia Cristiana. Carolina Goic ha admitido, siendo la precandidata presidencial y presidenta de su partido, que la posibilidad de primarias se ve cada vez más pequeña. Lo que falla en ver la mayoría de los analistas políticos es la posición privilegiada en que queda, por primera vez la DC, dentro de la Nueva Mayoría: el cuatro o cinco por ciento que obtendría Goic si fuera a la primera vuelta, es precisamente una de las cosas que definirá la elección. Esto le entrega un poder de negociación a la DC que se traducirá en más cupos parlamentarios, a cambio del apoyo a Guillier. Si no fructifican las negociaciones, probablemente la DC formará alianza con el Partido por la Democracia y liberales de centro izquierda, para presentar a Goic como candidata presidencial en noviembre.

 

No hay que pasar por alto la figura que más impacto ha tenido en las últimas semanas. Periodismo de profesión, intachable carrera, cercanía y amabilidad constituyen la respuesta de la izquierda dura al liderazgo de Guillier dentro de la izquierda. Beatriz Sánchez, respetada figura de las comunicaciones, viene a ser otro factor decisivo en los comicios. Aunque lleva solo unas semanas de carrera, ya tiene un 11% de las preferencias. Tal vez no resulte electa, pero de todas maneras resulta una amenaza creíble para Guillier. Es ahí donde la  izquierda tiene que tener en cuenta algo importantísimo: si Beatriz Sánchez le gana a Alejandro Guillier en la primera vuelta, el presidente de Chile el 2018 será Sebastián Piñera.

Existen dos conclusiones que podemos extraer de este análisis, además de la recapitulación de los factores que definirán la elección: los lineamientos base de Guillier y Piñera, la negociación de la Democracia Cristiana y la popularidad de Beatriz Sánchez. La primera conclusión es el vacío que existe en el centro político chileno, el cual, desde la izquierdización de la DC, no ha sido ocupado por fuerzas políticas que moderen el debate nacional. Si este centro fuera ocupado y sus herramientas usadas, si no permaneciera como un cementerio de elefantes en el medio de un atrincheramiento entre opuestos, el próximo presidente o presidenta de Chile surgiría de allí. La segunda conclusión es más bien una predicción: sea cual sea el resultado de las elecciones de noviembre (y eventualmente diciembre), el próximo gobierno tendrá que enfrentarse con un país profundamente dividido, con demandas profundamente difíciles de abordar y por sobre todo, con una realidad cada vez más rápida y diversa.

Autor

Imagen de mavillaseca
Estudiante de Ingeniería Comercial en la PUC. Miembro de Solidaridad UC. Aficionado a la política, a leer y escribir.

 

 

 

X