Estas últimas semanas han sido un periodo complicado para la política, en especial para Chile Vamos y para el propio gobierno del Presidente Sebastián Piñera. No cabe duda, que la democracia se recuperó hace más de tres décadas y, por ende, existe la diferencia de pensamientos. Pero, eso no debe ser entendido por la oposición para aportillar, en cada momento, toda iniciativa legislativa que hemos propuesto en beneficio a las personas, y lo anterior ha traído una serie de aplazamientos y entrampamientos de manera gratuita, que lo único que consiguen es no velar por el bienestar de la población más vulnerable, y mucho menos por la clase media. Lo anterior, se ve reflejado cuando proponen ideas totalmente populistas, que generan falsas expectativas con pensamientos que confunden e inducen al error en las personas, y obviamente, no son viables ni factibles dada la situación sanitaria y económica que vive Chile y el mundo entero. Un claro ejemplo, es el rechazo sistemático que la oposición sigue poniendo en el camino para sacar adelante la Agenda Social anunciada por el Presidente Piñera. Adicionalmente, hemos gastado tiempo valiosísimo en revisar acusaciones constitucionales que no conducen a nada; algo totalmente inconcebible y fuera de sí.
Por otro lado, con respecto a la Agenda de Seguridad, hemos propuesto los proyectos de ley que son necesarios para un tema tan importante, como la iniciativa de mi autoría que busca rebajar la edad de responsabilidad juvenil de los 14 a los 13 años para combatir la delincuencia y para que los delincuentes no ocupen más niños en la comisión de sus actos”. Pero, nos hemos topado con una oposición que lo único que hace es impedir y obstaculizar la agenda de seguridad. No es la primera vez, que la izquierda convierte diferentes situaciones en oportunidades políticas, trayendo consigo dolor y temores para gran parte de la población, pensando equivocadamente que se puede lograr la unidad con la fórmula de atribuirle las tragedias al gobierno. Es lo mismo que hizo después del estallido social. El país se estremecía después de semanas de saqueos, violencia y vandalismo y nada parecía detenerlo. Pero, ese escenario de destrucción y terror se convirtió en una oportunidad política perfecta que logró unir a la oposición. No debemos olvidar que dentro de los últimos 31 años, 24 gobernó la centroizquierda, por lo mismo nuestra responsabilidad como representantes de una ciudadanía radica en encontrar soluciones desde el mismo sistema. ¡Es el momento de avanzar por el futuro de nuestro país!