Cuando políticos entran en el debate por los efectos de la ley del etiquetado y en particular en los dimes y diretes con una empresa de comida rápida por la permanencia en el mercado de la llamada “cajita feliz”  y sus figuras y juguetes incluidos, es bueno precisar que la política desde hace un tiempo también cuenta entre sus tácticas electorales con el método de la “cajita feliz”, incluso hasta en las últimas primarias la utilizó…. ¿Y esto como se da? …en vista de la total pérdida de credibilidad y confianza en las figuras políticas de siempre por parte de la ciudadanía, cada corriente partidista adorna su oferta electoral con alguna persona icónica, en boga , quién cubre con su manto de popularidad a todos los “rechazados”  que quieren seguir vigentes ,  algo similar a lo que ocurre con las comidas, los niños eligen la “cajita feliz” más bien por las figuras y juguetes  incluidos sin poner mayor atención en la calidad de la comida que las acompaña…, casos emblemáticos como la  presencia de Michelle Bachelet en sus dos elecciones presidenciales, cuando su figura, nueva en la política, alejada de la saturada politiquería,   al ser elegida por los electores en sendas elecciones, los que no repararon la permanencia detrás de ella de los mismos políticos de siempre, que supuestamente se habían jubilado, pero estaban más vigentes que nunca, y hace unos días en Valparaíso lo mismo DJ Méndez, es llevado en el palanquín por el PPD como parte de su “cajita feliz” de las municipales…, el caso es que las figuras pasan y cumplen sus ciclos, el problema son los daños y retrocesos posteriores en los ciudadanos que los eligieron  cautivados por la figura de la “cajita feliz” sin medir las reales consecuencias posteriores en su cotidiana vida familiar, laboral y profesional…, el corolario sería saber distinguir cuando nos ofrezcan  entre una “cajita feliz” y una caja de pandora….

Luis Enrique Soler Milla

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