Ante la respuesta del aún obispo Cox: “Eso no es problema mío”, cuando periodistas chilenos le preguntan por nuevas acusaciones por abusos sexuales en su contra, lo que corresponde es que los miembros de la comunidad religiosa a la cual pertenece el obispo Cox, quienes urdieron, avalaron y financiaron su escape a Alemania evitándole enfrentar debidamente a la justicia por abusar de niños chilenos en La Serena y que incluso lo mantienen hasta hoy fuera de cualquier riesgo de ser debidamente juzgado por sus delitos, enfrenten a la justicia, literalmente como encubridores, protectores y avales de Cox al sacarlo de Chile, permitiendo su total impunidad hasta el día de hoy, ellos mismos que hoy se declaran muy arrepentidos, golpeándose el pecho por su indolencia e irresolución, al no haber actuado consecuentemente al enterarse de los deleznables hechos, más que pedir el ya hoy tan típico y desacreditado perdón, pedido por tantos curas, tras tirar literalmente “la sotana por la ventana”, deberían cooperar decididamente con la justicia, poniéndose a disposición del Fiscal Arias para entregar todos los antecedentes y además entregar para ser juzgados a todos los insanos que vistiendo ó aún visten de sotana manosean, abusan y violan a niños y a personas vulnerables... y después de demostrar que ahora no hay ningún trecho entre sus dichos y sus hechos, estamos disponibles para aceptar el perdón... Luis Enrique Soler Milla
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