En medio de esta alarmante realidad del día a día, afectada por una crisis sanitaria que nos mantiene ocupados y en alerta, hacemos un alto y nos detenemos a reflexionar respecto del entorno histórico, arquitectónico y cultural que, como gremio nos preocupa y que, en lo personal como arquitecto, me mantiene atento y preocupado en su estado actual y en su devenir.

Poner en valor el Patrimonio de nuestras ciudades, en el día de su conmemoración, tiene un especial significado para quienes reconocemos y valoramos que, para comprender el presente y proyectar nuestras ciudades en el tiempo es indispensable conocer su pasado, labor que se refleja en un trabajo gremial activo y constante, a través de nuestra Comisión Ciudad y Territorio y de la Comisión Patrimonio. Ante todo, constatamos lo existente como vínculo tangible de nuestro pasado y ello lamentablemente, nos conduce a ver nuestras Zonas Típicas y/o de protección histórica de La Serena y Coquimbo con una mirada nostálgica de como fueron en su mejor época. No se trata de reconstruir, si no de recuperar los espacios y vínculos espaciales con que fueron concebidas, con ello recuperamos el encanto del centro histórico para que este sea un lugar habitable, seguro, con vecinos y vida de barrio, como tantas ciudades del mundo que gozan de este privilegio.

Nuestra propuesta como gremio y que puede lograrse en un mediano plazo, radica en hacer más eficiente y expedita la posibilidad de construir en zonas típicas, otorgando mecanismos de tramitación y revisión objetivas de acuerdo y conforme a los Instrumentos de Planificación Territoriales (IPT) y facilitar e incentivar la construcción de edificios habitacionales. Esto junto a los equipamientos educacionales, servicios y comercio pondrían por sí solo mayor valor y cuidado al valioso y hermoso entorno urbano y natural en que las zonas típicas están insertas.

Para ello,  es necesario consensuar en un solo IPT los valores y proyecciones de las ZT, conciliando en él los requerimientos necesarios para conservar e innovar de acuerdo a los tiempos que nos toca vivirlas e intervenirlas, con profundo respeto a lo que son como tal y renovarlas para que, con lo nuevo propender a su conservación, cuidado y prosperidad en el tiempo y eso creemos, se logra con vecinos.

Conversemos con Monumentos Nacionales, Seremías de Las Artes y Cultura, del Medio Ambiente, Municipios, DOMs y otros actores y conformemos un cuerpo legal único, con una sola ventanilla que, con su sola aplicación y cumplimiento garantice un trámite expedito y confiable para que los inversionistas se atrevan y vuelvan a invertir en ellas, la protección y conservación de los valores patrimoniales es naturalmente con inversión.

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