Hay ocasiones en que sentimos que lo que hicimos o  dejamos de hacer encuentra sentido con el paso del tiempo, que creer en las personas es un valor que se materializa en actos que no solemos esperar, tener siempre claro que la adolescencia es un periodo de nuestras vidas complejo, que reconoce diferencias entre unos y otros con sentido de poca justicia, en un desorden natural interno que no todos comprenden. Yo con mucha propiedad hoy puedo declarar que me siento orgulloso de haber sido profesor de alumnos muy inquietos y de haber logrado con ellos una relación que perdura en el tiempo.Iván es uno de ellos, hoy convertido en un abogado íntegro y comprometido…Cuando recibí la invitación al matrimonio de Iván Larenas Lolas y de Francesca Benedetto Shahwan, se me vinieron muchos recuerdos a la mente, sensaciones inolvidables de los años en que fui su profesor jefe, recordé su “batería” que no a todos les gustaba, una gira de estudios por Europa con anécdotas inolvidables, recordé la enorme cantidad de conversaciones que tuvimos con su mamá ,admiré el temple que ella siempre tuvo para escuchar y colaborar,  recordé su cuaderno escrito como torbellinos, sus respuestas precisas ,sus anotaciones,  su letra, su inteligencia  y el respeto que siempre me tuvo , y esto salvó nuestra relación profesor-alumno,  porque el respeto siempre fue  mutuo, y fue la base sobre la que construimos un espacio  de confianza que nunca perdió la fe. La ceremonia en la Catedral Ortodoxa  San Jorge en el Barrio de Recoleta, con toda la solemnidad que entregan las tradiciones y con las miradas de unos padres orgullosos por lo que estaban vivenciando, la promesa de los votos acompañada de un rito que le daba una seriedad impresionante al momento. Iván inquieto como de costumbre y Francesca radiante, se comprometió ante todos los presentes.Más tarde el Club Palestino recibiría a todos los invitados  en un escenario lleno de luces, de color y alegría, muchas flores engalanaban el lugar y le daban luz a lo que brillaba por  sí mismo.April, Barbara, Allison, Ignacio, Luis Felipe y Álvaro Yakich (un especial saludo a su mamá que habitualmente lee mi columna) eran los compañeros de curso que acompañaron a Iván en este momento tan importante para él, todos con vidas resueltas, algunos convertidos en padres, otros esperando comprometerse,  los amigos de la vida que la mayoría de nosotros ha logrado tener, los que crecen con nosotros y saben cómo somos.Al despedirnos (yo acompañado de una gran partner, Claudia Clark, con quien compartí la alegría de este momento), Francesca entre risas, reconocía que ahora era su turno…Muchas éxito mi querido Iván. 

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