Es de suma importancia y auge que la visión que se tiene sobre educación inicial en nuestro país tome un giro rotundo. Esta educación es la base principal para el desarrollo de los niños y niñas, no se deberían considerar los jardines infantiles o educación pre-escolar como una guardería.
El rol que tenemos nosotras como educadoras en formación es fundamental, si queremos lograr visibilizar a los niños y tomarlos en cuenta, es necesario que la sociedad comprenda lo que significa la educación inicial. Nosotras nos estamos preparando para la formación del futuro de nuestros niños y niñas, se tiende a desvalorizarnos porque nos encargamos de la seguridad y bienestar de los niños y niñas, viéndonos tal vez, como protectoras o segundas madres. Sin embargo nuestra labor no es sólo protegerlos, también estamos aportando para que tengan un buen desarrollo cognitivo, social y físico.
Diversos autores de psicología y estudios avalan que el aprendizaje y desarrollo de diversas capacidades se anticipa a lo que conocemos como el inicio de la escolaridad, de hecho en nuestro país y la mayoría de las personas considera pertinente ingresar a los niños y niñas a establecimientos de educación inicial desde los 2 años. Habiendo programas de salas cunas que permiten el ingreso desde los 85 días de nacidos, sin dejar de ser importante, ya que, se realizan actividades acordes a esta edad para desarrollar distintas habilidades y capacidades, primordialmente físicas, lo que permite al desarrollo cognitivo activarse a través de los sentidos, ya sea el tacto, visión, audición, etc.
Sin embargo la contraparte de esas personas que consideran pertinente la entrada temprana a instituciones para niños y niñas, tienen la creencia que la educación en casa es primordial por lo que atrasa esta enseñanza hasta los 4, 5 o tal vez 6 años, lo que no es una mala opción, pero si se realiza un trabajo en conjunto es un mayor aporte en el desarrollo, siendo una guía para mejorar los estímulos que deberían acoger los niños y niñas. Así como también es importante dejar que nuestros niños y niñas experimenten, especialmente en conjunto con sus pares, esto permite que tengan habilidad de socializar, preparándolos para el futuro y el enfrentamiento de nuevos desafíos.
Este foco sobre la educación inicial y del desarrollo de nuevas capacidades, la sociedad chilena no lo logra entender, desvalorizando nuestra carrera, teniendo una visión de cuidadoras, siento y sé que es mucho más que ser una cuidadora o el gusto por los niños, para trabajar en el área de la educación hay que tener vocación, hay que ser partícipe de los procesos, hay que amar el aprendizaje. Somos el pedestal para que estos niños y niñas sean un “mejor futuro” para nuestro país, y no estoy visualizando a este futuro como “futuros adultos” sino como futuras personas, con opinión y desplante frente a las diversas situaciones y problemáticas que se puedan presentar a lo largo de sus vidas.
Si se logra promover la educación inicial de la mano de buenas políticas públicas y programas que llamen la atención de las personas, permitiría que hubiese mayor confianza en los diversos establecimientos que imparten la educación precoz, generando un avance significativo hacia las metas en materia de educación, que es lo que se espera a partir de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), donde Chile alcanza sólo un 55% de niños de 3 años matriculados en educación inicial, muy por debajo de lo indicado en las investigaciones de la OCDE que es un 71% .
Para alcanzar a estar dentro del promedio también se han aumentado las exigencias en cuanto a la profesionalización de las y los educadores de párvulos, se busca el conocimiento, ética y promoción de un buen desempeño en el área laboral, no se permite que los institutos profesionales impartan la carrera, y se espera que para el año 2020 se ingrese a la nueva ley docente, que permitirá el desarrollo de mejores condiciones laborales como también mejor implementación de los aprendizajes que se esperan de los niños y niñas.
Entonces aclaro que mi opinión no es sobre la poca valoración que hay hacia nuestra profesión, sino la importancia que hay tras la educación inicial, y que está es fundamental para el desarrollo de nuestros niños y niñas, es la etapa donde más conexiones cerebrales se desarrollan, trabajamos para la formación de futuras personas (niños y niñas) con desplante para dar su opinión, personas autónomas e independientes, capaces de desenvolverse en cualquier ámbito y defenderse sin la necesidad de buscar la protección de mamá.