Durante lo que va del mes de diciembre, distintos laboratorios han dado a conocer cuatro marcas de vacunas, cuya efectividad y rendimientos de producción, han demostrado, científicamente, ser capaces de producir el número de dosis necesario, para generar la inmunidad y ofrecernos la posibilidad de retomar, lentamente, nuestra vida normal. Sin embargo, desde la visión y responsabilidad social que nos corresponde como profesionales de la salud, me atrevo a sostener que lo importante no es la vacuna, por si sola, sino más bien, el proceso completo de vacunación. Uno que debe lograr involucrar a toda la población, tal como indicaría el químico Louis Pasteur “a todo el rebaño”. Esto último, puesto que, si un numero importante del rebaño, es decir, la población mundial y nacional, no está protegido, la vacuna perderá su eficacia y no se logrará el concepto de Inmunidad Comunitaria. Porcentaje que para el Covid-19, los científicos lo estiman en un 95%. Pues bien, ha llegado la hora en que, a través de un acto de profunda responsabilidad y compromiso, se proteja a todo el rebaño. La mejor demostración de nuestro rol activo como ciudadanos en lo que respecta al cuidado de las personas mas vulnerables y desposeídas de nuestro país. Durante los próximos meses, por lo tanto, será imperioso que todos, volvamos a mirarnos en comunidad. Imperioso que nos ofrezcamos un acto de compromiso sanitario y promovamos de manera responsable los beneficios de la vacuna. No olvidemos que, desde hace décadas, las vacunas, han constituido nuestra mejor y más concreta arma para salir de las distintas pandemias que han asolado a la humanidad. Un esfuerzo que, por cierto, es un compromiso de todos y de todas.
Klgo. Gonzalo Pavez PérezAcadémico Escuela de kinesiología Universidad Andrés Bello