Cuando una de las críticas por la gira de nuestra presidenta Bachelet a Cuba fue de que solo era un “gustito que se daba”, ¿Y por qué no?...acaso para un rockero de los 50 no sería “darse un gustito” el visitar Graceland, la casa de Elvis, ó unos de los 70 estar en los terrenos de Woodstock, o para un tanguero visitar el Buenos Aires de Gardel, cada persona tiene sus preferencias, esos sueños imposibles para algunos, tal vez para nuestra presidenta Bachelet el visitar Cuba y con la suerte para ella, de compartir con el hermano de Fidel Castro, de seguro figura icónica en su desarrollo político partidista, una vez más, era el “gustito que se quería volver a dar”, antes de dejar la presidencia,....uno de los míos, sería cruzar Abbey Road en Londres junto a Mc Cartney y Ringo Starr... y qué mejor que financiado por todos los chilenos...
¿Y cuál es el suyo?
Luis Enrique Soler Milla