Nuestro Coquimbo sumó una nueva cifra a los femicidios del país, auque algunos ya olvidaron la noticia, once son las víctimas silenciosas (Fuente. Red Chilena contra la violencia hacia las mujeres) de aquello que vivimos a diario las mujeres, VIOLENCIA, sí, violencia, esa que nos acompaña desde la niñez, y que los hombres nunca han experimentado como nosotras. Esa violencia que como hoy se vuelve un número frío: dos femicidios consumados en nuestra región. Me pregunto cuándo dejaremos de normalizar las conductas agresivas y dejaremos de invisibilizar problemáticas reales como el hostigamiento laboral, las agresiones físicas, la violencia psicológica y económica que vivimos tantas mujeres en este país. Asimismo, cabe reflexionar cuándo dejaremos de responsabilizar a la víctima de su propia violación, tal como ocurrió con el caso “La manada” en España. Y cuándo se romperá con este círculo de violencia machista que vulnera nuestros derechos a vivir tranquilas y seguras.Hoy la Sra. Rosa es un nombre más que se suma a esta lamentable lista, y nos lleva a exigir un cambio profundo que nos ayude a deconstruir como nos relacionamos en el espacio público y privado y construir maneras más democráticas e igualitarias Somos nosotras las sobrevivientes de este machismo arraigado, somos nosotras las que luchamos a diario contra del patriarcado que nos discrimina en todas las dimensiones de nuestra vida , Por esta razón, me pregunto ¿Qué haremos con las cifras? En Chile el 66% de las mujeres piensa que sus derechos no son respetados y, en cuanto a la violencia física y psicológica, el 30% de las mujeres reconoce haber sufrido algún abuso (fuente: Red independiente mundial de investigación de mercado y sondeos de opinión WIN), ¿Qué hará la autoridad comunal? ¿Existirá voluntad política para avanzar en esta área?, ¿Reconocerán esta realidad como cierta y serán capaces de generar avances concretos como los realizados en la comuna de Recoleta con una ordenanza clara que sancione el acoso callejero?. Si bien es cierto una ordenanza no terminará con la violencia que a diario sufrimos las mujeres, pero lo cierto es que marcaría un hito importante para que como sociedad empecemos a cuestionar las prácticas cotidianas que menoscaban los derechos y dignidad de todas.Nosotras, mujeres organizadas, rechazamos que se invisibilice esta realidad, y exigimos que nuestras autoridades locales tomen las medidas correspondientes para avanzar en la erradicación de todo tipo de abuso. Seguiremos en alerta defendiendo el derecho de mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencia.Priscila Ávila, coordinadora interina Frente de Género Región de Coquimbo, Revolución Democrática.

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