Miles de empleados públicos que se encontraban en huelga regresarán el próximo lunes a sus puestos de trabajos, después de llegar hoy a un acuerdo con el Gobierno en sus demandas laborales y conseguir un 5 % de aumento en sus remuneraciones.
El acuerdo fue alcanzado tras una prolongada reunión realizada este viernes entre 13 de los 14 gremios que componen la mesa del sector público y el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Los empleados públicos pedían un incremento de sus remuneraciones de un 8,8 %, mientras que el Gobierno ofrecía un 4,4 %, pero finalmente y, con varios paros de por medio, se alcanzó el convenio de un 5 %.
El documento, firmado por ambas partes, establece bonos de fin de conflicto, cuyo valor variará de acuerdo a la escala en que esté situado el funcionario público, más un bono por vacaciones y otros beneficios.
El ministro Larraín se mostró satisfecho por el acuerdo logrado y explicó que los beneficios también se extenderán a los sectores que trabajan en zonas extremas del país.
Por su parte, la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) publicó en su cuenta de Twitter a pesar de que no les "satisface completamente la propuesta del Gobierno, es un avance en estabilidad laboral".
Se "decidió aprobar, por mayoría, la última propuesta del Gobierno", agregó y aseguró que están "convencidos que, gracias al paro y movilizaciones de los trabajadores" lograron "mejorar la propuesta del Gobierno".
La medida de fuerza abarcó todos los servicios que atienden público, como Tesorería, Impuestos Internos, Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu), Dirección del Trabajo, Aduanas y Servicio Agrícola y ganadero (SAG), además de los ministerios.
La presidenta de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de la Salud (Fenpruss), Gabriela Farías, no participó en la reunión entre el Ejecutivo y los empleados públicos. EFE