Si consideramos que el 80 por ciento de los chilenos ha consumido bebidas alcohólicas alguna vez en su vida, y que el 50 por ciento de las muertes en jóvenes se atribuyen a su ingesta, estamos en presencia de un escenario bastante complejo.

Lucía Díaz G

Si bien el alcohol es la droga más consumida en el mundo, Chile es uno de los países que lidera esta lista con preocupantes índices de dependencia. Bajo este contexto, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), junto al Ministerio de Salud presentaron el plan de acción 2016-2020 para regular la situación.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), somos el país de América Latina que presenta el mayor consumo de alcohol puro, con 9,6 litros per cápita, razón que motivó a las autoridades a trabajar en 60 medidas y acciones para reducir su oferta y demanda, especialmente en poblaciones vulnerables, y así evitar consecuencias socio sanitarias.

Dentro de los objetivos presentados, los que tienen la finalidad de reducir la disponibilidad física de alcohol, se encuentra la intención de restringir los populares “happy hours” y barras libres, ya que según comentaron estas instancias promueven un consumo excesivo, lo que resulta totalmente contraproducente con la necesidad de combatir el fenómeno.

En este punto, y en el marco del seminario políticas públicas en alcohol, la ministra de Salud, Carmen Castillo, comentó que “son elementos de discusión que están sobre la mesa. Es una preocupación cuando las personas beben en exceso y hay que plantear y discutir las consecuencias que trae el consumo inadecuado de alcohol”.

En esta misma línea, Mariano Montenegro, director de Senda, detalló que las medidas “se agrupan en seis ejes temáticos: disponibilidad física; disponibilidad social; evitar el consumo en grupos de riesgo (niños y adolescentes; mujeres en lactancia o embarazadas; y automovilistas); consumo problemático; investigación; y formación de competencias para profesionales de este tema.

Medidas urgentes

Montenegro destacó que mientras se avance en el trabajo, “las medidas de prevención, rehabilitación, disminución del acceso, que son recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud”, irán poco a poco decantando a nivel regional y comunal.

En tanto, la secretaria de Estado, enfatizó en la necesidad de enfrentar este exceso de ingesta de alcohol porque daña tanto la integridad física como social de las personas. “Los volúmenes que se dan a conocer respecto a la cantidad de alcohol que consumen los adultos es preocupante, dado que es una de las tasas más altas de América Latina”.

En este sentido, puntualizó que “esta realidad nos obliga a unirnos para tomar medidas que puedan impactar en nuestra población, especialmente en lo que tiene que ver con tomar conciencia de los riesgos de beber excesivamente”. Es así como se instala la necesidad de hacer un cambio de paradigma en la sociedad y priorizar la salud. 6002

 

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