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Alejandro Pizarro
El militar, que estuvo exactamente 200 días liderando el complejo despliegue castrense en el marco de la pandemia, inició ayer su segunda designación, en reemplazo del general Patrice Van de Maele. Las dificultades que trae el fin de año, el reforzamiento de la seguridad y su sello de cercanía son aspectos que considera cruciales para lograr una gestión eficiente y que responda a las necesidades de la comunidad. Permanecerá hasta febrero en el cargo.

El 6 de octubre pasado, fue el último día que el general Pablo Onetto Jara lideró las fuerzas de orden y seguridad en la Región de Coquimbo, en el marco de la compleja situación de la pandemia por Covid-19.

Casi dos meses y medio después, y tras el paso del general Patrice Van de Maele como jefe de la Defensa Regional, nuevamente el Presidente Sebastián Piñera le entrega esta responsabilidad al general Onetto, quien vuelve a una región que conoce muy bien, pues además estuvo a cargo de la coordinación del Ejército y las fuerzas de orden y seguridad tras el terremoto y tsunami del 16 de septiembre de 2015.

De regreso, conversó con diario El Día sobre este desafío y pensando en la eventualidad de un retroceso importante en el Plan Paso a Paso, que ya afectó a la totalidad de las comunas de la Provincia del Limarí.  

Entre el 6 de octubre y hasta la fecha, Onetto se desempeñó en diversas instancias.

-¿Cómo asume volver a la Región de Coquimbo? El contexto es diferente a lo que ocurrió en marzo pasado, incluso en Limarí...

“Ovalle entró en cuarentena cuando tenía sobre 280 casos y ahora llega a los 100 activos e inmediatamente retrocede a Fase 3, creo eso fue un buen indicativo para no alcanzar cifras mayores. Los escenarios son muy distintos a lo que vivimos hace unos meses, cuando llegamos a tres comunas en cuarentena y ahora, vienen todas las fiestas de fin de año. Luego viene todo el período estival. A eso hay que sumarle que mucha gente ha invertido sus recursos para que sus negocios puedan funcionar en verano. Por eso hay que ser responsables”.

-A su juicio, ¿cómo deben enfocarse las fiscalizaciones?

“También de una manera distinta a como lo hacíamos previamente. Ya no hay permisos temporales ni restricciones de movimiento, el comercio está casi completamente abierto, hay más libertades, pero también hay más responsabilidades individuales”.

-¿Se va sintiendo un desgaste también?

“Creo que estamos todos cansados, vamos a cumplir un año en Estado de Excepción, que es un tema no menor, también debemos despachar contingente que lleva prácticamente dos años, por tanto eso significa redoblar esfuerzos. No hay que olvidar que la región podría llegar a recibir cerca de 300 mil turistas. Con un buen trabajo, pudimos sacar una cuarentena en tres comunas y en poco tiempo, eso nos da confianza de hacer las cosas bien nuevamente”.

Seguridad

Durante los meses de octubre y noviembre se produjeron gran cantidad de alunizajes, portonazos y hechos de violencia en el centro de La Serena y Coquimbo, todos en horario de toque de queda, situación que parece un contrasentido cuando las fuerzas militares tienen el control de todo el país prácticamente en ese horario. Al respecto, el general Pablo Onetto reconoce que ahí hay un desafío muy importante.

“Quiero ir trabajando paso a paso para que la gente se sienta tranquila y generar las instancias para que puedan desarrollar sus actividades”

“Ya he tenido las primeras reuniones con el intendente y el jefe de zona de Carabineros. Sabemos que el toque de queda siempre ha sido un tema complicado, fiscalizar no es simple además considerando la extensión que tienen ambas comunas. Hay que ajustar las medidas y recordar que el toque de queda tiene un propósito sanitario, pero trae aparejado un tema de seguridad pública. Esperamos ir minimizando esos hechos, trabajando mancomunadamente con las policías”.

-¿Mantendrá su sello de terreno, general?

“Me gusta estar en terreno con la gente, porque así es más fácil mejorar una situación. El papel soporta mucho, por eso prefiero estar in situ. Este tipo de despliegues requieren un mando detallado. Es importante que los equipos sientan el respaldo de su comandante. Tampoco hay que olvidar que en la vez anterior se trataba de una cuarentena, que nos obligaba a desplegarnos en terreno. Seguimos en Fase 4, y eso nos obligará a efectuar algunas acciones focales, en lugares de alta aglomeración debido al tema sanitario, lo que estamos coordinando con el seremi de Salud, Alejandro García. Todo esto es evolutivo, porque viene el segundo pago del 10%, la Navidad y el Año Nuevo”.

“Hay que ajustar las medidas y recordar que el toque de queda tiene un propósito sanitario, pero trae aparejado un tema de seguridad pública”

-A eso hay que sumar un importante incremento del comercio ambulante, ¿cómo poder abordarlo?

“Es un tema generalizado a nivel nacional, un tema social muy fuerte, pues supera lo netamente relacionado con las fiscalizaciones y otro tipo de medidas más permanentes. Hay que poner las cosas en la balanza, en forma equilibrada, porque hay que separar a la gente que verdaderamente necesita trabajar y aquellos que se aprovechan para formar verdaderas mafias”.

-¿Cuál es su expectativa al volver a la región?

“Yo me manejo con hechos concretos y no con expectativas. Quiero ir trabajando paso a paso para que la gente se sienta tranquila y generar las instancias para que pueda desarrollar sus actividades, como lo hicimos en cierta manera durante el 18 de septiembre. Esperamos que esa prudencia se mantenga”.  

 

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