La investigación se desarrolló gracias a denuncias anónimas de la comunidad, quienes alertaron a la Brigada antinarcóticos de la Policía de Investigaciones en la comuna de Los Vilos, los cuales se dirigieron al sector de Peladeros, en la comuna de Salamanca.
Según el Jefe provincial de la PDI, Subprefecto Carlos Rivera. “Se realizó una incautación importante de un cultivo de marihuana al interior de la comuna de Salamanca, logrando la incautación de 1800 plantas, además de la detención de la persona que estaba al cuidado del regadío de las mismas y un arma del tipo pistola, a fogueo, adaptada para disparos”.
Asimismo, el jefe provincial de la PDI se refirió a la acción desarrollada paralelamente, en el sector de Calabazo, en la capital provincial, por la Brigada de Investigación Criminal de la comuna de Illapel. “La segunda incautación que se desarrolló se efectuó en el sector de Calabazo, lugar donde se incautó 1600 plantas, en el lugar se produjo la detención de la persona que estaba la cuidado de las plantaciones y unas mulas que prestaban ayuda al detenido. La droga por orden de la fiscalía fue enviada al instituto de salud publica de La Serena”.
En tanto, la máxima autoridad provincial, Gobernador Juan Pablo Gálvez, se mostró muy conforme con la labores desarrollas por los efectivos policiales “Felicitar la labor de la Policía de Investigaciones y a las personas que en forma anónima realizaron la denuncia de estos hechos; nosotros como Gobernación vamos a seguir aportando con estos temas que son tan importantes para la seguridad pública. Si bien es cierto, la marihuana es una droga blanda, es precursora para otras drogas más duras, y además la Cannabis sativa es parte del narcotráfico acá en Choapa, ya que es lo que más se cultiva. Hoy día la cantidad de plantas decomisadas es enorme, sumado a la cantidad de dinero en que se evalúan las plantaciones que es alrededor de los dos mil millones de pesos”.
Las personas detenidas en los procedimientos pasaron a control de detención, mientras que la droga decomisada fue incinerada en el lugar, en el caso de Peladeros, mientras que en el segundo caso llevado a cabo en Illapel, las plantas fueron derivadas a la capital regional.