• “Si no encuentras en un día a una persona desaparecida tienes que resguardar la zona, porque pudo pasar otra cosa. Acá pasaron 30 días sin resguardo del lugar”, dice Luis Roldán al recordar los primeros días de la búsqueda de su hijo.
Crédito fotografía: 
El Día
En 2013 se perdió todo rastro del joven argentino tras una expedición en el valle de Elqui y pese al lento avance de las investigaciones, Luis Roldán sostiene que la esperanza se mantiene viva y llama a quienes tengan información a aportar con las investigaciones.

El 06 de enero no es una fecha fácil para Luis Roldán. Hoy se cumplen seis años de la desaparición de su hijo mayor, Marco, un aventurero joven de nacionalidad argentina, cuyo rastro se perdió por completo en el año 2013, cuando salió de excursión a escalar el cerro La Cancana, ubicado en Cochiguaz, en el Valle de Elqui.

Con un afiche en la mano repartiendo el mensaje de que “callar lo que sabes también es delito”, el cual repite en un estampado en su polera blanca, busca encontrar respuestas a un caso que para él ha estado lleno de “impunidad y silencio”.

Podría sorprender que de iniciativa propia llegara hasta la redacción de El Día cuando en oportunidades anteriores se mostró esquivo a los medios nacionales, pero Roldán padre asegura que “uno debe estar sano para poder seguir adelante”.

Estos años no han sido fáciles para él, de hecho, los describe como “terribles”, pero está convencido de que no dejar la memoria de su hijo en el olvido será clave para el avance de las investigaciones. “Ustedes a través del señor Tapia (Armando, experiodista de El Día) nos apoyaron mucho, se le dio una gran difusión y trató de ayudarnos de alguna forma, mantuvieron un tema que no tiene la suficiente necesidad de conocerse por parte de la gente, pero está la necesidad de nosotros como familia, de que esto no se olvide”.

06 Años han pasado desde la desaparición de Marco Roldán en el valle de Elqui. Las investigaciones siguen.

La incertidumbre aumenta conforme pasan los años, más aún cuando desde su entorno familiar están seguros de que hay información que aún no ha salido a la luz, “una persona no puede desaparecer así, no hay nada de Marco, o tristemente es el crimen perfecto o alguna otra cosa pasó, llama la atención”, indica.

La desesperanza lo hizo pasar por los momentos más amargos, pero hoy está un poco mejor. Luego de años de altibajos, ahora tienen “un poco de paz”, la que logró encontrar con ayuda médica y un tratamiento psiquiátrico, que le permitió llegar a donde está hoy, donde se le ve sonreír y hablar de su hijo con soltura y orgullo, “te permite abrir un poco la mente y que al momento de ver, los árboles no tapen el bosque”, indica.

CRÍTICAS AL PROCESO.

Si ahora parece haber incertidumbre, en principio reinó la impotencia. “En el período inicial se hizo todo muy mal, en temas de desaparecidos las primeras 24 a 72 horas son cruciales. Estuvo el comisario, el comandante del GOPE, el fiscal y la Onemi ¿Cómo puede ser que toda esa gente, en las horas fundamentales no haya avanzado en nada? Ahí fallaron las autoridades, hubo un dejo de impunidad, o simplemente no saber cuáles eran los caminos a recorrer”, sentencia.

 “Una persona no puede desaparecer así, no hay nada de Marco, o tristemente es el crimen perfecto, o alguna otra cosa pasó, llama la atención”, LUIS ROLDÁN. Padre del joven desaparecido Marco Roldán.

Sus reflexiones continúan, “cuando tienes 24 horas sin encontrar a una persona perdida, piensa en otra cosa, no puedes permitir que sean los lugareños los que manejen la situación (…) el francés le sacó la foto y no le tomaron declaraciones, como sí lo hicieron muchas veces con su amigo de Córdoba”.

Para Luis, ahí está la clave. “Creo que hay una concatenación de elementos, el francés y los lugareños, hay personas poderosas, que tienen recursos y contactos. Nunca olvidaré al primer fiscal, porque para mí hizo muy mal su trabajo, si no encuentras en un día a una persona desaparecida tienes que resguardar la zona, porque pudo pasar otra cosa. Acá pasaron 30 días sin resguardo del lugar”.

Tuvieron que pasar dos años para que el fiscal regional, Adrián Vega, tomara personalmente el caso, uno de los hitos de su historia que el padre de Marco más agradece, “ahí se avanzó, porque él lo manejó de otra forma, es una persona muy profesional, abocada a hacer las cosas bien (…) se ve que es una persona de un gran corazón y que le gusta la verdad y la justicia, por eso logramos que este caso hoy esté abierto”, declara Luis, pero lamenta que con el paso de los años se vaya haciendo todo más difuso.

Pese a todo, no pierde las esperanzas y la sensación hoy es que “estamos muy próximos a encontrar verdad y justicia, pero al estar tan lejos de los datos y del hecho en sí, cuesta avanzar, porque pasa el tiempo y se van perdiendo los recursos para la causa, van ocurriendo otros hechos que tienen más relevancia. Los que hemos logrado mantener esto vivo somos nosotros, con mi esposa y el fiscal, que nos atiende siempre”.

MARCO EN LA MEMORIA.

A seis años de la desaparición, Luis y su esposa Cándida planean intentar llegar al lugar donde todo ocurrió y admite que “aún podemos sentirlo vivo en todo lo que hacemos”. Su recuerdo se mantiene también con vida. Marco quería hacer este viaje antes de los 30 años y quería que fuera “diferente”.

Se encontró con su amigo cordobés Mario Olivera, que no tenía trabajo y por lo tanto menos recursos, “quiso emular lo que hizo él, salir con poco dinero, manejándose por sí solo, que es un riesgo, pero llevaba seis años trabajando en hardware y software, ganando bien, y quería hacer otra cosa. Lo logró, estuvo en Pisco Elqui sacando uvas, instalando fuegos artificiales para año nuevo, ayudando en Un Techo Para Chile, siempre aportando con su mano de obra y esfuerzo para los que menos tienen”.

En su infancia fue igual, asegura, “era el hijo mayor y como padres éramos rígidos, siempre estábamos detrás de que estudiara y tuviera buenas notas, como todo padre, pero a partir de los quince años empezó a ser independiente”, describe.

SIGUE EL CASO

Las investigaciones de la PDI continúan, lideradas por el fiscal regional y pese al hermetismo que ha rodeado el caso, se han ido conociendo nuevos antecedentes. Luis Roldán detalló en una oportunidad para la prensa trasandina que el Ministerio Público chileno había citado a declarar “en calidad de imputado” a unos de los dueños del Camping Río Mágico de Cochiguaz, Hernán Ahumada, primo del alcalde de Paihuano. Contradicciones, incongruencias y silencio han marcado la desaparición de Marco Roldán, por lo que su padre llama a la empatía y a cooperar con el proceso, manteniendo viva la esperanza mientras se da pie a un nuevo año para el caso, en el que esperan obtener finalmente una pista.

Verdad y Justicia

Luis Roldán, padre de Marco, asegura que aún hay personas callando la verdad, “cada una de estas familias tiene hijos, hermanos, amigos, a los que posiblemente mañana les puede pasar lo mismo que le pasó a Marco. No permitir que haya verdad y justicia lleva a eso”, indicó. Luis espera que en los próximos meses se pueda llegar a la verdad y con un afiche pide fin a “la impunidad y el silencio”. “Si hay un culpable tiene que pagar, tiene que saberse quién fue, la justicia tiene que llegar, con pruebas claras y concretas, porque hay indicios que son consecuencias de contradicciones, de mentiras, de cambios de declaraciones, de muchas incongruencias en las declaraciones y donde en algún momento hasta se perdió la memoria”, indicó.

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X