Crédito fotografía: 
Unplash
De acuerdo a los datos entregados por Carabineros, los casos registrados por la institución han mostrado un incremento en Andacollo, La Serena, Paihuano y Ovalle. Sociólogos analizaron el fenómeno y expresaron sus inquietudes.

Preocupación, inquietud y un profundo análisis de cómo nos estamos comportando como sociedad es lo que han generado las duras cifras entregadas por Carabineros de Chile en la Región de Coquimbo. Esto, específicamente por el aumento que se ha detectado en cuatro de las quince comunas en materia de violencia intrafamiliar.

Según lo acotado por la institución uniformada, están reforzando el despliegue preventivo, sobre todo en los sectores donde estos hechos son más recurrentes, pero no por eso se sienten conformes. Cabe destacar que Carabineros señala que lo registrado como “casos” en sus sistemas, considera tanto denuncias como detenidos propiamente tal.

Bajo esa línea, cuatro comunas de la región han aumentado sus cifras: nos referimos a Andacollo (15%), La Serena (11%), Ovalle (14%) y Paihuano (52%), siendo esta última la que tiene un alza más significativa, aunque posee una menor cantidad de población. En todas las demás comunas de la región se ha visto una disminución (ver recuadro).



En esa línea, el jefe de la IV Zona de Carabineros, general Rodrigo Espinoza, aseguró a El Día que “estamos redoblando los esfuerzos donde hemos visto un aumento de los casos de violencia intrafamiliar, que involucran tanto denuncias como detenidos en la Región de Coquimbo, teniendo como medida de comparación los años 2020 y 2021. “En las comunas que ha habido mayor incremento estamos realizando acciones de difusión entre la comunidad, mediante puerta a puerta y conversatorios rurales para que los vecinos sepan que estamos trabajando junto a ellos y que todos pueden frenar la violencia intrafamiliar. Reiteramos que tenemos abiertos nuestros canales, como son el 133 y la línea 145, además de los canales de Sernameg”, subrayó.

En esa línea de trabajo mancomunado, Ivon Guerra Aguilera, seremi de la Mujer y Equidad de Género, aseguró en conversación con este medio que “la erradicación de la violencia contra la mujer y los cambios culturales también se logran de cara a la ciudadanía. Y es en ese sentido que hemos formado esta alianza estratégica con Carabineros para intervenir distintos sectores y comunas de la región con la finalidad de profundizar nuestra campaña de prevención de violencia”, acotó.

En ese sentido, Guerra argumentó que “como Ministerio de la Mujer creemos firmemente en el rol activo de los vecinos y vecinas, por lo mismo los hemos denominado embajadores contra la violencia. Vamos a continuar llegando a más lugares de la región y entregando apoyo, colaboración y los canales de ayuda a víctimas y testigos de violencia, porque en nuestra región las mujeres no están solas”, señaló la autoridad, quien espera que se siga confiando en la denuncia oportuna y se tome conciencia de estos repudiables hechos.

Una problemática de fondo



Para explicar el porqué de este fenómeno, más allá de los fríos números, diario El Día conversó con dos sociólogos que entregaron un análisis que nos compromete a todos como sociedad.

En ese sentido, el sociólogo Juan Rojas, aseguró que “este es un hecho que generalmente se estudia y se asocia a los estratos más bajos de la sociedad, pero lo cierto es que se trata de algo mucho más transversal. Aunque la situación de la pandemia, el aislamiento, el hacinamiento y vivir en condiciones de poca comodidad pueden favorecer en estos hechos de violencia, cuando hablamos de personas de clases acomodadas no cuenta como factor el vivir en una vivienda de 50 metros cuadrados, por ejemplo. Ahí las razones varían, porque lo que predomina es lo conductual y  la no tolerancia del otro, ya sea de la cónyuge o de los hijos. Se da un agotamiento de las relaciones, por lo tanto sería interesante saber cuántas rupturas de relaciones han tenido lugar durante este período. Creo que la pandemia también permitió que muchas personas se mostraran tal como son en realidad”.

En ese sentido, Rojas aseguró que “por eso la importancia de que las escuelas abran, ya que para muchos menores y adolescentes este es un lugar de refugio y contención”.

Por su parte, el sociólogo Pablo Caballero Jaña señaló que “la violencia intrafamiliar traspasa generaciones, y así es como el hombre que lleva el sustento a la casa y es proveedor, se siente con un sentido de propiedad y superioridad frente a los otros. Es una relación basada en el poder”.

Sobre el fenómeno que se está analizando, Caballero acotó que “el incremento de la violencia en tiempos de pandemia se relaciona con el encierro forzado de una familia, en el marco de una situación invisible. Por mucho tiempo, los varones principalmente han buscado el trabajo, el ocio y la distracción lejos de la casa, pero al no ser eso posible, lamentablemente influyó en el incremento de la violencia intrafamiliar. Quien ejerce el poder, este se ha visto coartado y reaccionan muy mal”.

 

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X