“Mientras yo sea alcalde jamás se va a privatizar La Pampilla, que es un patrimonio de los coquimbanos”

Se acabó la fiesta en Coquimbo. Este  domingo estaban arreglando sus cosas las últimas personas que quedaban en las laderas del recinto de La Pampilla y también los pocos comerciantes que remataron sus productos en espera de alguna que otra ganancia. Esta versión 2018 de la Fiesta más Grande de Chile fue extensa, con seis días de shows y una gran coordinación entre el municipio de Coquimbo y los diversos servicios.

Quien estuvo supervisando que todo funcionara correctamente fue el alcalde  de Coquimbo Marcelo Pereira. Su meta es no repetir los errores del año 2017 además de lograr que La Pampilla sea conocida a nivel nacional e internacional. Pero sin duda, su mayor objetivo es que al finalizar la fiesta y sacar las cuentas, quedar con números azules o foja cero, para que por primera vez La Pampilla no se considere un gasto para la comuna.

“Soy coquimbano, nacido y criado, con 36 años y jamás había visto una pampilla tan linda como la que tenemos hoy día”

-En su segunda versión de La Pampilla ¿cuáles considera como puntos fuertes este año y qué lecciones aprendió de la fiesta realizada el año pasado?

“Siempre uno va con el mejor de los aprendizajes y una de las cosas que a mí no me gustó el año pasado fue el concepto del VIP y esta vez, todas las noches, nuestros adultos mayores y personas en situación de discapacidad pudieron disfrutar como corresponde el show en este sector, que antes era reservado.  Otra cosa es que este año nos esmeramos en tener una parrilla miscelánea, para todos los gustos, para las personas más jóvenes, el adulto  y el adulto mayor. También se destaca el folclore, privilegiando a grupos comunales como Alas de mi Patria.

“Estamos generando un proyecto emblemático en La Pampilla,  que rescata el patrimonio y busca hacerla más potente a nivel país”

“El año pasado los fonderos no estaban interesados en venir a La Pampilla y este año hubo dos fondas a las que les ha ido bastante bien y fue gracias a un descuento en el terreno a quienes se instalaron, y  La Pampilla Verde, logrando reciclar, en esta versión, más de 12 toneladas de basura”.

-Los pampilleros destacaron los servicios, pero no así el valor de la entrada para vehículos, que consideran muy cara, y los comerciantes criticaron el sistema de remate para la venta de sitios. ¿Cómo se responde a esas críticas?

“La Pampilla se ha destacado por su seguridad, limpieza y ordenamiento. No conozco una encuesta formal en el que se haya realizado una queja. Yo no he escuchado mayor reclamo. La Pampilla siempre ha dejado la impresión de que es peligrosa, por eso hemos hecho un ordenamiento y mayor transparencia. Yo siempre estaré dispuesto a colaborar y a ayudar a quien necesita trabajar, pero  uno debe ser transparente y decir que en estas fiestas se gana plata, por  eso hicimos el tema de los remates de los sitios para transparentar aquellas cosas que eran irregulares, porque antiguamente personas conocidas en Coquimbo iban y compraban cuatro a cinco terrenos a $500 mil y los revendían a tres millones de pesos. Esa gente tenía que esforzarse por  recuperar esa plata vendiendo productos más caros. Por otra parte, esta es la Fiesta más Grande de Chile, pero con el menor costo de ingreso de todo el país. No comparto la opinión”.

-Se lo pregunto especialmente por los campistas, quienes se quejan de que debían salir varios días y pagar por ingreso del vehículo en cada ocasión ¿Se puede buscar una fórmula para ellos?

“Yo discrepo de esa crítica. Recorrí  carpa por carpa, estuve con mucha gente y la mayoría es gente que acampa todos los días. Nosotros damos el servicio más  grande de todo Chile, porque entregamos electricidad, agua potable, retiro de basura, entonces la gente sabe que es una ciudadela y deben ser contados con los dedos de una mano las veces que han debido ir a sus casas, porque en realidad la gente se queda a vivir ahí. Yo estoy dispuesto a estudiar cualquier fórmula para que la gente de Coquimbo se sienta beneficiada, pero discrepo de que esa critica la realice la mayoría de la gente. La mayoría de los campistas están muy contentos por los servicios otorgados. Esto deben ser quejas aisladas porque yo tengo otra visión de lo realizado en La Pampilla, pero todo se puede perfeccionar”.

UNA PAMPILLA RENOVADA

-¿Qué se proyecta realizar en La Pampilla? En la década del 90 se habló de privatizar la Pampilla y generar un parque para que el municipio no realice un gasto. ¿Se perdería la mística si se privatiza la fiesta?

“No puedo hablar por el futuro, pero mientras yo sea alcalde la Fiesta más Grande de todo Chile y el espacio pampillero jamás se van a privatizar. Estoy completamente en contra de la  privatización, porque La Pampilla es de todos los coquimbanos. Yo estoy apostando a subir el estándar del recinto pampillero y para eso estamos creando un proyecto con baños inclusivos instalados y que no sólo utilicemos baños químicos. Queremos generar una nueva fachada más adaptada para las personas que deben estar varios días en la boletería, por ejemplo. Queremos generar también un escenario a nivel internacional de la categoría de nuestro show, apostar a los espacios multiusos y no siempre usar los contenedores”

-¿Esta proyección a futuro tiene como objetivo que la Pampilla pueda ser utilizada en otros meses del año, con eventos grandes en verano, por ejemplo?

“Por supuesto. Una de las cosas que quiero como alcalde es rescatar el espacio pampillero para diferentes tipos de actividades  y comenzar a darle vida para el encuentro familiar. Ya estamos realizando la planimetría del terreno y después vamos a buscar el financiamiento. Yo siento que la Pampilla tiene que ser conocida a nivel nacional e internacional, porque a pesar  de ser la Fiesta más Grande de todo Chile, en algunos lugares no reconocen La Pampilla de Coquimbo”

-¿Es posible que en esta versión, las cuentas que se realicen en un tiempo más den números azules y no un nuevo gasto para la comuna?

“Lo que queremos hacer es comenzar a tener una pampilla autofinanciada, queremos quedar en foja cero y esperamos que este año se pueda lograr. El año pasado ya disminuimos un porcentaje bastante considerable. Lo que se considera como inversión social  o endeudamiento eran $500 millones o $600 millones y el año pasado  fueron $190 millones y bajamos en un 62%. Este año esperamos que este porcentaje siga bajando y lleguemos a foja cero”.5201i