Como una Pampilla positiva en diversos aspectos califican esta versión de la “Fiesta más Grande de Chile” el alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira, y las familias que se instalaron en este tradicional lugar, epicentro de las celebraciones de Fiestas Patrias de la comuna puerto y la región. Los visitantes destacan la entrega de servicios como agua potable y recolección de basura, pero critican el excesivo cobro en la entrada, especialmente de los vehículos que este año alcanzó los $7.000.
El edil porteño indicó que los servicios que se dispusieron para los miles de pampilleros que llegan cada año, tales como agua, electricidad y retiro de basura permitieron disfrutar de esta fiesta. “En general esta Pampilla ha sido ordenada. Hemos entregado como corresponde el suministro de agua, de electricidad, de aseo. La cantidad de baños que tenemos es importante, contando con baños inclusivos estratégicamente dispuestos en distintos lugares del recinto”.
Respecto a la seguridad el edil señaló que este año contaron no sólo con un gran contingente de Carabineros de Chile y funcionarios de la PDI, sino que además se hicieron presentes funcionarios municipales de inspección y Seguridad Ciudadana que realizaron patrullajes usando el nuevo dron municipal, de última generación.
Además se destaca por segundo año consecutivo “La Pampilla Verde”, que forma parte del Programa Coquimbo Limpio Responsabilidad de Todos y que busca disminuir la cantidad de residuos que se eliminan en cada versión de esta fiesta coquimbana, fomentando el reciclaje. “Se dispusieron 77 puntos limpios, contenedores de 1.000 y de 10.000 litros donde se está realizando reciclaje, separando efectivamente el plástico de otros elementos y también campanas verdes destinadas al reciclaje de las botellas de vidrio”.
Para cumplir la meta, se cuenta con el apoyo de 400 voluntarios que van entregando bolsas amigables con el medioambiente y educando sobre el reciclaje, en cada carpa instalada en La Pampilla.
Por otra parte, se valora el ingreso gratuito de adultos mayores y personas en situación de discapacidad y la instalación de baños adaptados.
VALORAN SERVICIOS Y CRITICAN COBROS
Elizabeth Cortés junto a toda su familia se instalan en La Pampilla hace más de 30 años. Son cerca de 50 personas que van a disfrutar de la fiesta, pero que empiezan cuidando el terreno los primeros días de agosto y limpiarlo en la celebración de La pampilla de los niños.
Tal como señala el alcalde, la mujer destaca que la entrega de agua potable y los servicios básicos como retiro de basura y baños. “Para mí, por lo menos en este sector ha sido todo súper tranquilo y lo hemos pasado muy bien. Ahora ya conocemos a nuestros vecinos y nos sentimos más acompañados y además hay guardias.”
Han disfrutado tanto de la fiesta desde que llegaron el 15 de septiembre, que pospusieron su retorno del viernes 21 al sábado o al domingo. Para quienes no entienden esta tradición coquimbana, Elizabeth responde que “pampillear es algo que se lleva en la sangre, incluso fue tema de conversación con nuestras hijas saber quién seguiría la tradición cuando ya no estemos y ellas me respondieron que ni siquiera era necesario preguntar tonteras, porque ellas tienen claro que seguirán siempre con esta tradición”.
Pero sí se trata de hacer alguna crítica, Elizabeth señala que el cobro de entrada ha sido un problema, especialmente para quienes están acampando y que deben salir todos los días. “Imagínese que cobran siete mil pesos por vehículo y muchas veces pasa que debemos ir a buscar algo a la casa y salir en el auto, entonces cada vez es un cobro de siete mil y sale caro. Deberían buscar una forma para que esto no afecte tanto al bolsillo”.
Mismo problema que plantea Jhecila Bruna quien junto a su familia ya lleva algunos años acampando en La Pampilla. “Nosotros disfrutamos mucho esta fiesta, pero sí hemos escuchado quejas por el cobro de los vehículos, que es muy caro porque se debe salir casi todos los días y porque, se paga a la entrada y luego hay que pagar a quienes se instalan como cuidadores de vehículos”.
A pesar de esto, Jhecila asegura que esta versión 2018 de La Pampilla de Coquimbo superó las expectativas y “hemos disfrutado mucho de todo, hay guardias, iluminación, y todo ha sido súper bueno”.
Lian Ramírez es santiaguina y la encontramos realizando la limpieza de la loza del desayuno. Es primera vez que se instala a disfrutar de la fiesta y la experiencia ha sido “menos aterradora de lo que pensaba y lo hemos pasado muy bien”. También destaca los servicios entregados por el municipio de Coquimbo y aunque por muchos años iba a celebrar a la capital, asegura que desde ahora en adelante, volverá a celebrar las Fiestas Patrias en La Pampilla.5202i
PIRATAS DESEMBARCAN EN EL PUERTO
Desde Viña del Mar llegaron el contramaestre Davidson y el capitán Jack Sparrow a disfrutar de La Pampilla de Coquimbo. Se instalaron en uno de los cerros con vista al escenario y todo el recinto, han paseado por las calles del lugar, recibiendo tributos de los visitantes.
“Esta es primera vez que llegó al puerto de Coquimbo, pero mi capitán ya estuvo el año pasado saqueando y disfrutando de las bondades que tienen. Se veía prometedor por eso estamos aquí. Llegamos hace unas semanas y según las condiciones del viento estaremos unos tres días más”, señala el contramaestre Davidson.
Por su parte, el Capitán Sparrow está asombrado de la solidaridad de los coquimbanos que por miedo o cariño le ofrecen alimentos y compañía.
“El mayor tesoro que encontré en La Pampilla es la generosidad de la gente. Para un sucio pirata como yo, deshonesto, delincuente y malas pulgas que la gente nos rinda tributos dándonos empanadas, carne y vino nos alegra. Parecemos alcalde en inauguración de fonda, donde vamos nos convidan algo”, señala el famoso capitán.