• María Teresa Ruiz señaló que a nuestro sol le quedan 5.000 millones de años, pero en 900 millones la tierra no tendrá líquidos
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
Para la experta, los eclipses, como el que se espera para el próximo 2 de julio, son sucesos que generan reacciones bien curiosas en los seres vivos. Un nutrido público la acompañó durante su ponencia.

Privilegiados se sintieron los asistentes a la ceremonia de inicio del año académico de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo, al poder escuchar en vivo y en directo a la reconocida astrónoma María Teresa Ruiz, quien fue la oradora principal en el evento y con admirable naturalidad dictó una completa clase sobre su área de estudio, destacando la importancia de la región de Coquimbo en la generación de conocimiento e investigación del universo.

Antes de su intervención, la vicerrectora del centro de estudios, Elvira Badilla Poblete, habló sobre los logros más destacados de Ruiz, quien es presidenta de la Academia Chilena de Ciencias y ganó en 2016 el premio L’Oréal-Unesco a Mujeres en Ciencia por su descubrimiento de la primera enana café. Es considerada una de las 10 mujeres más influyentes de Chile por el sitio web Mujeres Notables.

“(…) La ciencia da un ejemplo al mundo de que podemos trabajar juntos cuando tenemos objetivos comunes”, dijo la astrónoma al comienzo de su ponencia, en la que mostró los diferentes observatorios y telescopios que funcionan en el país, así como los que se están construyendo, los cuales suponen una inversión de 8 mil millones de dólares.

Además resaltó que como anfitriones, los astrónomos chilenos tienen el 10% del tiempo de observación en cada uno de los telescopios.

Fascinación por la astronomía

Mientras avanzaba en su ponencia, María Teresa Ruiz contó anécdotas e historias que han marcado su vida, como cuando comenzó a estudiar Ingeniería Civil Química en la Universidad de Chile, pero después de realizar una práctica de verano en el Observatorio del Cerro Tololo decidió cambiarse a la astronomía, carrera que encuentra mucho más divertida.

Tras mencionar la teoría del Bing Bang, que se refiere a la expansión del universo ocurrida hace 13.760 millones de años, Ruiz afirmó que “lo que observamos en realidad todo es pasado y eso es un poco incómodo. Pero si lo vemos de otra manera es una tremenda ventaja. Por eso se construyen instrumentos cada vez más avanzados, para llegar más lejos, al comienzo (…) y también tendremos más posibilidades de descubrir vida en otros planetas”.

En este contexto, la astrónoma comentó que a lo largo del tiempo se han podido estudiar galaxias y estrellas, muchas de ellas con planetas orbitando a su alrededor. Aunque éstos no se han podido ver, sí se reconoce el efecto que ocasionan en cada estrella, pero el desafío actual es poder observarlos.

Al finalizar reconoció que al hablar de astronomía estaba contando su historia y la de todos los presentes, porque “somos hijos de las estrellas”, ya que estos cuerpos celestes fabrican todos los elementos que conocemos, incluyendo complejas moléculas orgánicas.

“Una ventana al universo”

Consultada sobre el papel que tiene la región de Coquimbo en el desarrollo de la astronomía, María Teresa Ruiz no dudó en manifestar que esta zona es una “ventana al universo, por ser un lugar con los cielos más estables, con más noches despejadas, y los grandes consorcios tecnológicos mundiales se vinieron a instalar aquí por eso mismo”.

Es por ello que la astrónoma considera necesario tener mucho orgullo de la región y al mismo tiempo debe ser cuidada, porque “una de las grandes amenazas, además del cambio climático, es la contaminación lumínica”.

“La Serena, cuando partieron los observatorios, era una ciudad pequeñita, donde casi no había iluminación y ahora son ciudades grandes que han crecido, incluso para el valle que tenía poblaciones donde ni siquiera había luz y ahora son pujantes, lo cual es bueno y me alegro, pero hay que hacerlo con conciencia”, acotó.

 

El eclipse es un fenómeno único

Para la astrónoma, los eclipses, como el que se espera para el próximo 2 de julio, son sucesos que generan reacciones bien curiosas en los seres vivos, desde los seres humanos, hasta los pájaros e insectos.

“Yo creo que los eclipses no son para los astrónomos, son para todos y eso hay que significarlo. Desde ya les digo que no lo miren directamente, ni con telescopios, sino con los lentes. Traten de disfrutarlo y sentirlo en su corazón porque es algo muy especial, nos toca a todos”, dijo.

También opina que eventos de este tipo ayudan a abrir pequeñas puertas en la mente y el corazón de las personas e incluso de las autoridades que toman decisiones.

“Tenemos los mejores laboratorios del mundo a nuestra disposición, así que es cosa de tener un poco de visión en lo que se necesita e invertir en el recurso humano”, apuntó. 

 

 

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