• Dice el mito que las embarazadas no podrían observar el magno evento natural. ¿Qué tanto de verdad puede tener aquello?
  • La flora y fauna puede sufrir alteraciones, pero ¿jaurías de perros?, ¿aves volando desorientadas?
  • Los eclipses de sol siempre han sido un presagio de algo, desde la edad antigua. "Una justificación para explicar algo que sucede".
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Se acerca el Día D. El próximo 2 de julio la Región de Coquimbo será escenario de un evento natural único. Pese a que desde la ciencia todo está claro, son muchas las creencias populares que todavía están en el inconsciente colectivo y que se asocian a la alineación perfecta de la Tierra, la Luna y el Sol. ¿Qué tanto hay de verdad entre tanta mitología? A continuación, las respuestas.

Es un tema difícil de analizar. Ciencia, mitología, y entre medio las certezas, se entremezclan con interrogantes que vienen  desde el cielo. El próximo 2 de julio la Región de Coquimbo quedará en penumbras por poco más de dos minutos cuando se viva uno de los fenómenos naturales más impresionantes del mundo: el eclipse total de sol.

Se estima que más de 350 mil personas lleguen a la zona, y tanto el Gobierno como los empresarios turísticos de las siete comunas donde se podrá apreciar el evento de manera íntegra, sacan cuentas alegres y coordinan para recibir a los visitantes.

“En el mundo antiguo, todas las creencias tenían su base en el simbolismo cosmológico, y en este sentido los eclipses, particularmente los de sol, eran un mal augurio”, Cristián León, doctor en historia del Arte y las Artes Litúrgicas.

Un misterio del universo

Hay expectación, qué duda cabe. Se trata de un hecho que ocurrió por última vez en la zona hace 427 años y que no se repetirá hasta dentro de otros 146, en el año 2.165, cuando la luna se interponga de manera perfecta entre la Tierra y el Sol en una línea mística sin igual.

Ahora la ciencia es capaz de explicarnos el fenómeno, pero no siempre fue así. Esto lo detalla un estudioso de la materia en términos históricos, Cristián León, doctor en Historia del Arte y Artes Litúrgicas, quién sostiene que en el pasado la realidad era muy disímil. “En el mundo antiguo, todas las creencias tenían su base en el simbolismo cosmológico, y en este sentido los eclipses, particularmente los de sol, era un augurio. En la Mesopotamia, por ejemplo, los eclipses eran, de hecho, considerados como malos presagios”, sostiene el experto, agregando que, en el fondo, como gran parte de los fenómenos naturales, “los humanos los ocupaban como una justificación por algo que había sucedido, o que estaba por suceder”.

Pese a las certezas, las dudas continúan

Pero, pese al tiempo y a que ya tenemos una explicación científica de cómo, por qué y cuándo se producen los eclipses, la gente sigue teniendo dudas sobre algunos aspectos, y posibles “consecuencias” de éstos. “Que mi abuelita decía esto”, o “que mi madre decía aquello”, son frases que dan inicio a los mitos que ocultan las verdades, como la luna ocultará el sol, y que por estos días la gente se pregunta más que nunca.

Existen una serie de creencias populares, relacionadas con los eclipses de sol que, junto a profesionales, diario El Día pretende aclarar, para darle tranquilidad a los más supersticiosos a la espera del magno evento que se avecina.

“Si no hay alteración del ciclo circadiano es poco probable que  hayan cambios de conducta notorios en alguna especie”, Guillermo Luna, doctor en Ciencias de la Universidad Católica del Norte.

Cansancio repentino, o fatiga misteriosa

De por sí, los eclipses solares son fenómenos astronómicos que reducen de forma abrupta la radiación solar incidente en la atmósfera de la Tierra, con un impacto significativo sobre las variables meteorológicas. Pero, ¿podría esto llegar a afectar el funcionamiento del organismo humano de manera temporal? De acuerdo a ciertas tesis en las que coinciden diferentes astrólogos,  en el tiempo que dura el eclipse y el oscurecimiento total en el cielo, pese al breve lapso que pueda significar, se produce una ausencia de luz a la que nuestro organismo se encuentra acostumbrado, por lo que habría cierta desvitalización a nivel de ánimo, lo que conllevaría sentirnos más cansados, estresados y abatidos. 

Para el presidente del colegio médico regional, docente de la Universidad Católica del Norte, el doctor Rubén Quezada, esto puede llegar a tener asidero. “Efectivamente cuando se produce una falta de luz, y existe la sensación de que es de noche, la persona puede llegar a sentir ganas de dormir, en una rutina que es propia de la noche. Sin embargo, esto dura tan poco y es tan transitorio que no genera un impacto real en el organismo. La sensación puede sentirse, pero a medida que avanza, la luz vuelve, por lo que este efecto se corta y el cuerpo vuelve a la normalidad”, asegura el médico, dejando claro que un eventual cansancio no pasaría de un par de bostezos.

3 horas dura el proceso completo del eclipse donde la luz del sol irá disminuyendo.

Las dudas de las embarazadas

Es uno de los mitos más difundidos y populares. Desde una mirada astrológica, se puede decir que la influencia de los astros sobre la fertilidad ha sido un factor preponderante, por lo mismo, fenómenos tan grandes como un eclipse solar en el que se alinea la Tierra, la Luna, y Sol, también afectaría a las mujeres embarazadas, o más bien a los bebés que llevan en sus vientres.

Según la creencia, una mujer encinta no debería contemplar un eclipse puesto que corre el riesgo de que el pequeño nazca con malformaciones congénitas, lunares o manchas en la piel. Por lo mismo, hasta no hace mucho tiempo en la era moderna, a las féminas ni siquiera se les permitía salir de casa.

El mito persiste hasta el día de hoy, pero es el mismo doctor Quezada quien lo descarta de plano. “Esto es un mito, completamente. Las malformaciones se producen al momento de la gestación, cuando se está formando el ser humano y tiene lugar el intercambio genético que va a condicionar o no el desarrollo posterior del feto”, asevera el profesional de la salud, recalcando que un evento como el eclipse no tiene ninguna incidencia en el embarazo. “En el tema de que un bebé vaya a salir con una mancha, tampoco es atribuible a un tema como el eclipse”, agregó Quezada.

¿Animales descontrolados?

El comportamiento de los animales durante un eclipse solar ha despertado la curiosidad de la comunidad científica durante siglos. Fue en 1986 cuando se llevó a cabo un experimento que cambió la perspectiva en relación a este tema y determinó que efectivamente estos fenómenos podían despertar alteraciones en el reino animal. Según consignó el estudio publicado en el American Journal of Primatology, un grupo de primatólogos en Georgia, Estados Unidos, observó a chimpancés durante un eclipse solar.

Los primates que se encontraban en una reserva en el Centro Nacional de Investigación mostraron signos de confusión, aparentando conciencia sobre la anormalidad del fenómeno astronómico. “Cuando la luz solar fue obstruida por la Luna y la temperatura descendió, algunos ejemplares treparon sobre los árboles y colocaron sus rostros y cuerpos viendo hacia el sol. Al concluir el eclipse, los chimpancés bajaron de los árboles”, consigna el artículo. Estos datos demostrarían que un evento natural de esta envergadura podría influir en el comportamiento de los chimpancés.

Pero en otro tipo de animales, como los domésticos o de cautiverio, ¿podría llegar a afectarles? Existen mitos que hablan de jaurías de perros desatando su furia durante el tiempo de oscuridad, o los mismos canes corriendo desorientados por las calles, sin embargo, la veterinaria de la Clínica Megaservet, de La Serena, María Fernanda Fuentes, lo descarta de plano. “Desde luego que puede haber alguna reacción, pero muy débil. El eclipse es un gran acontecimiento para nosotros, para los animales prácticamente pasa inadvertido”, asegura.

2 minutos aproximadamente (dependiendo del lugar) durará el oscurecimiento total del cielo.

La profesional asevera que si bien especies ganaderas como las ovejas, vacas sienten que la noche ha llegado por la falta de luz, “lo único que hacen es ir a sus establos y preparar su descanso de manera más temprana, pero cuando vuelva la luz de darían cuenta y todo retornaría a la normalidad”, indicó.

Tal como lo manifestó la veterinaria, nuestros animales de compañía, tampoco experimentan demasiadas variaciones en su comportamiento. “Lo que pasa es que el tiempo es demasiado corto, por lo que no hay ninguna alteración. A los gatos prácticamente no les importa, y respecto a los perros se puede escuchar uno que otro aullido de más, pero es algo que hacen por repetición. Si un perro comienza a aullar, el otro lo seguirá, pero no necesariamente será como una consecuencia del eclipse”, aseguró la experta, por lo que todos quienes vayan a disfrutar el evento natural con sus mascotas, pueden estar tranquilos.

En el animal que sí repara la especialista es en el caballo, ya que éstos son más sensibles que los demás, por lo que los equinos sí podrían experimentar algún tipo de nerviosismo. “No sé a qué nivel, pero yo no recomendaría estar montando a la hora del eclipse”, precisó María Fernanda Fuentes. 

Claves

Manchas en la piel

Totalmente falsa es la creencia popular de que las mujeres embarazadas no pueden ver el eclipse porque sus bebés nacerán con manchas en la piel, o incluso con malformaciones.

Trastorno del sueño

Las personas pueden experimentar sueño durante el eclipse, esto es real, debido a la reacción natural del organismo por la falta temporal de luz, pero aquello no pasaría de un simple bostezo.

Caos animal

El único animal que podría experimentar un nerviosismo de consideración es el caballo. Perros, gatos y demás animales, lo vivirían en total normalidad. Nada de jaurías feroces, o canes desorientados.

El ciclo circadiano es clave

El Magister en Ciencias de la Universidad Católica del Norte, doctor Guillermo Luna, refuerza lo expresado por la veterinaria. “Si no hay alteración del ciclo circadiano es poco probable que  hayan cambios de conducta notorios en alguna especie”, aseguró.

Y se encarga de derribar otro de los mitos. Existe una creencia respecto a que como los rayos de sol no tocarán el suelo, entonces las bacterias fluirán de manera más rápida en el entorno, lo que facilitaría la posibilidad de contraer, por contagio, alguna enfermedad viral. Respecto a lo anterior, Luna asevera que no hay por qué preocuparse. “En todo orden de cosas existe una mitología, y esta no es la excepción. No hay ningún sustento científico para aseverar esto. La señal de ausencia de luz adelanta el metabolismo de los entes vivos, incluido los microbios, pero, te insisto, el lapso es muy corto”, consignó Guillermo Luna.

 

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