Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
En algunos locales han disminuido entre un 30% y un 50%. Por su parte, desde la Cámara de Comercio apuntan a que la situación económica general y la inseguridad también influyen en este panorama

Durante varios meses del año pasado, los trabajos de mejoramiento de calle Melgarejo en Coquimbo mantuvieron esa arteria cerrada, lo que derivó en varios cambios en el tránsito vehicular y también peatonal. Esta coyuntura no tuvo tal nivel de impacto en los comerciantes de ese sector, pese a que mostraron de todas maneras un nivel de disconformidad por los tiempos que tomaron estas obras.

Sin embargo, durante la presente temporada estival se han desarrollado los trabajos de mejoramiento en la principal calle céntrica de la comuna de Coquimbo: Aldunate, la que además concentra la mayor cantidad de comercios, entre pequeños, medianos y grandes negocios.

Las labores  de reparación han sido la constante, lo que ha dejado las calles, entre Borgoño y Las Heras, sin posibilidad de uso vehicular y con espacios acotados para el transitar de los peatones, lo que incluso ha generado dificultades para las personas, sobre todo adultos mayores.

Desde el punto de vista netamente económico, la preocupación de los locatarios ha sido creciente, pues todo este ajetreo ha influido directamente en la presencia de potenciales clientes y por ende, en los ingresos de los locatarios.

Molestia por los plazos

Álvaro Araya es dueño de la tienda de confites, bebidas y diversos otros productos conocida como “La Plaza”. Considera que su negocio se ha visto directamente afectado con estos trabajos. “Las pérdidas bordean entre el 30% y 35%.  Esto ocurre porque las veredas aún no están listas y los pasos no son cómodos para las personas, por lo que prefieren no transitar por acá. Por seguridad, la gente nos evita y vamos perdiendo clientes”, aseguró.

Asegura que la obra es importante para el desarrollo del centro de Coquimbo, pero subraya que “el tiempo y la fecha no fueron las adecuadas. Se debió trabajar los sábados y domingo y también de noche, lo que hubiese apurado los procesos”.

En el sector del Domo de Coquimbo, también hay locatarios y artesanos que aprovechan los fructíferos meses de verano para ganar dinero extra pensando en los tiempos más escuálidos.

Uno de ellos es Mauricio Figueroa, quien coincidió con Álvaro Araya respecto de las críticas por esta planificación. “En invierno debieron haber comenzado con Aldunate, cosa que llegando diciembre ya estuvieran finalizados. Creo que los comerciantes entendemos cuando se trata de mejoras para la comunidad, pero cuando pasan estas cosas, los locales se ven perjudicados. Y en efecto, varios son los que han quebrado producto de esta situación que ha alejado a las personas que habitualmente van al centro y a los turistas. De hecho, los tour han tenido que cambiar sus planes y apuntar a La Serena”, subrayó.

Además, consignó que una problemática muy importante pasa por resguardar la seguridad. “Lo malo es que sacaron la comisaría del centro de Coquimbo, lo que también ha sido un foco de preocupación para los comerciantes y también para los clientes. Son muchas aristas”, comentó.

Hay personas que lamentablemente han sufrido algunos inconvenientes producto de los trabajos, sobre todo los adultos mayores. 

Abraham Schnaiderman, reconocido químico-farmacéutico y dueño de la farmacia “Peralta”, transitando por ese sector, lamentablemente sufrió un accidente que lo dejó con un hematoma en la zona de su ojo derecho. Y de paso, también sufrió las consecuencias comerciales de  los trabajos que se realizan en calle Aldunate. 

“Considero que estos son muy poco prolijos y demorosos. Nos señalaron que íbamos a poder trabajar con tranquilidad en este verano, y no se cumplió. Vemos labores en la calle sólo a ratos”, subrayó.

Schnaiderman subrayó que en materia económica, esto se ha traducido en una baja de un 40% a 50% de las ventas. “La gente como puede llega, pero  la merma ha sido evidente”, subrayó. 

Problemas de fondo

Marviola Rivera, directora nacional de la Confederación del Comercio Detallista y directora de la Cámara de Comercio de Coquimbo, en conversación con diario El Día, señaló que aunque el trabajo de remodelación de calle Aldunate es un problema que ha influido en los ingresos de los locatarios, el principal inconveniente pasa por la situación económica general. “La gente no tiene efectivo y el sobre endeudamiento, por medio de las tarjetas de crédito, influyen en que no haya circulante. Por lo tanto, la economía es la que no está funcionando de la mejor manera”, subrayó.

Sin embargo, Marviola Rivera espera que esta situación vaya lentamente mejorando, y que en los próximos seis meses haya algún alza, esto a partir de sus décadas de experiencia. “Creo que eso es lo importante. Me parece que los trabajos que se han realizado en calle Aldunate han influido en forma importante, pero estos son necesarios. Lo que verdaderamente requerimos es un retén de Carabineros, construcción que esperamos comience muy pronto. La percepción que se tiene en materia de inseguridad sí que nos afecta”, recalcó.

A juicio de Marviola, la baja económica del comercio también debe responder al compromiso que tengan las autoridades con el comercio detallista.

A su juicio, otro aspecto que también perjudica a los comerciantes es la presencia de las casas donde operan tragamonedas. “No es un buen indicio para Coquimbo que existan tal cantidad de recintos de estas características. Es un tipo de negocio que atrae focos que son peligrosos y no hacen del centro de la ciudad un lugar tranquilo”, concluyó.

 

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