• Muchos niños salen de sus casas para pedir dulces durante la noche del 31 de octubre. 
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El Día
Jorge Luis Guitérrez, médico jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de Ovalle, explica las consideraciones que deben tomar los padres en torno a la salud de los niños durante esta popular jornada, la que se caracteriza por el consumo de caramelos.

Se acerca una de las celebraciones que más encanta a los niños y niñas; Halloween. Durante esa noche del 31 de octubre lo que más destaca son los disfraces y lo que más se ingieren son dulces.

En ese plano, hay ciertas consideraciones que deben tener en cuenta los padres para evitar que los niños tengan complicaciones derivadas de la excesiva ingesta de azúcar en ese periodo de tiempo, ya que es bastante común que los más pequeños salgan a recorrer los barrios pidiendo “dulce o travesura”. 

Jorge Luis Guitérrez, médico jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de Ovalle, indica que uno de los aspectos importantes a considerar –además de la seguridad de los niños esa noche-  es “preocuparse de que la cantidad de dulces que puedan recolectar no sea exagerada porque habitualmente los niños tienden a ingerir demasiado y de mucha variedad de dulces, eso puede generarle algunos problemas de salud”. En ese sentido sugiere que se procure recolectar una cantidad reducida, ya que “hay que entregarles dulces en dosis adecuadas o en pequeñas dosis para evitar complicaciones”.

"Hay que dosificar en forma permanente, es decir, de la cantidad que recolecten van a tener que distribuirla en bastantes días”, Jorge Luis Guitérrez, Médico jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de Ovalle

Sobre las porciones  de golosinas que se “recomiendan”, el especialista indica que “la verdad es que nunca es recomendable  ingerir dulces en exceso. La cantidad de azúcar que contienen los dulces es elevada en relación a los requerimientos que tiene cada niño, por lo tanto, para cada niño va a haber una variación importante en relación a la cantidad que pueda ingerir, depende de las características del niño, de la edad”

El especialista recomienda mesura en torno a la ingesta. “Hay que dosificar en forma permanente, es decir, de la cantidad que recolecten van a tener que distribuirla en bastantes días, obviamente no van a poder ingerirlo todo en el mismo momento. Tres o cuatro dulces en la noche, que es el momento en que van a hacer la recolección, el resto hay que dosificarlo para el futuro”.

En relación a los efectos que puede tener la ingesta excesiva de golosinas en un niño, explica que “ hay que considerar los diagnósticos previos de cada niño, sin duda alguna que la ingesta exagerada de dulces puede acarrear algunos problemas de salud. Primero por la forma que tienen, hay algunos que son redondeados y dependiendo mucho de la edad del niño no lo pueden ingerir porque pueden haber problemas de obstrucción a nivel de la vía aérea, como accidentes en el momento de la ingestión. Segundo,  la cantidad  de dulces que uno va ingiriendo,  puede generar problemas de trastornos digestivos, me refiero a cuadros diarreicos por acumulación de estas sustancias azucaradas que atraen mucho líquido y que pueden generar cuadros diarreicos durante el periodo inmediato de los días siguientes”.

En tanto, en aquellos niños que padecen de enfermedades crónicas o  que tienen un trastorno metabólico, detalla que “puede generar también trastornos metabólicos durante ese periodo, y obviamente también en aquellos niños que tienen alguna patología de base como es diabetes mellitus, ahí se elimina la ingesta de dulces porque uno de ellos sube la glicemia en forma importante, por lo tanto ellos no deberían ingerir”.

El médico indica que los niños que padezcan de enfermedades crónicas deben seguir las recomendaciones del especialista que los trata. “Ellos tienen que continuar con su dieta habitual, obviamente no ingerir dulces si no lo tienen prescrito o lo tienen prohibido. Eso tiene que tenerlo claro los papás”.

Gutiérrez concluye aconsejando que lo mejor es que los niños disfruten de una manera que no involucre las golosinas. “Los niños podrán tener la diversión de disfrazarse como lo hacen muchos, pero ojalá que no recolecten dulces porque eso genera tentación para la ingesta”

 



 

 

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