El gerente regional de Aguas del Valle, Andrés Nazer, hizo un positivo balance de las recientes lluvias que cayeron en toda la Región de Coquimbo. Advirtió que, si bien la situación es mejor que la de los dos últimos años, la sequía estructural que vive toda la zona se mantiene.
“Nuestra región se vio muy beneficiada con las precipitaciones del mes de junio. Las lluvias fueron importantes en las tres provincias, todas muy afectadas con la sequía estructural que vivimos hace más de una década. Esto, nos permite una recuperación parcial, pero debemos seguir trabajando como lo hemos venido haciendo hasta ahora, y asegurar el abastecimiento de agua potable en el mediano y largo plazo para los más de 247 mil hogares de la región”, dijo.
Nazer señaló que “gracias a estas precipitaciones estamos en una mejor situación que años anteriores. En La Serena, por ejemplo, quedamos con un superávit del 33%. En Illapel ya han caído 101,5 mm durante 2020, en circunstancias que a igual fecha del año pasado sólo había llovido 19 mm. Limarí presenta un cuadro igual de positivo, Ovalle acumula 64,3 mm, cuando el año pasado en esta misma fecha, sólo habían caído 8,5 mm. En cuanto a la nieve de la zona, la estación Vega Negra ya registra acumulación de 152 mm”.
Embalses
Respecto de la situación de los embalses, a nivel regional la red llega sólo a un 45% de su capacidad. Puclaro en la provincia de Elqui alcanza el 66%; Paloma, en Limarí, no supera el 41%; y El Bato, en Choapa sólo llega a un 22% de su capacidad máxima.
“Seguimos trabajando para hacer más eficiente la gestión del recurso hídrico, a través de convenios con las diferentes Juntas de Vigilancia, y por medio de la diversificación de nuestras fuentes productivas. En los últimos 7 años hemos destinado más de $42.000 millones en inversiones y gastos para abordar la sequía (extra a las inversiones habituales), que se han traducido en nuevos tranques, pozos, estanques, conducciones, traslado de agua en camiones aljibes y arriendo de derechos de agua, entre otros”, detalló Nazer.
Por último, reiteró el llamado al uso sostenible del recurso hídrico. “En el actual contexto, el lavado de manos sigue siendo esencial, pero otros usos como el riego o el lavado de vehículos pueden acotarse, ya que la sequía se mantiene y no se supera sólo con un mes lluvioso”, finalizó.