Boom de comercio chino preocupa a empresarios locales en La Serena

Hace tres años aproximadamente, diario El Día se hacía eco de la preocupación que diferentes locatarios de La Serena y Coquimbo manifestaban por el crecimiento del comercio chino en el centro urbano de ambas ciudades, en detrimento de los locales tradicionales. 

En efecto, en 2018 el reemplazo de una de las tiendas más emblemáticas de la región como era La Elegante, ubicada en pleno centro de la capital regional, por una multitienda de origen chino, encendió las alarmas del comercio serenense. 

Tres años más tarde, la situación no ha cambiado mucho. Es más, la expansión de locales de origen asiático ha continuado, y sólo en el perímetro cercano a las calles más céntricas del casco histórico serenense como Cordovez y Prat, es posible contar unos 9 centros comerciales de origen chino.

A eso se sumarían a futuro, dos negocios más; uno eventualmente en el ex Teatro Centenario, y otro que ocuparía un inmueble ubicado detrás de La Recova. 

“Efectivamente han cerrado muchos locales tradicionales y luego las dependencias han sido arrendadas por empresarios chinos, como es el caso de la antigua tienda de La Elegante, una multitienda regional que hoy está convertida en un ‘Mall Chino’. Entonces la verdad a nosotros nos afecta bastante el cierre de una empresa regional”, comenta al respecto, Patricio Araya, presidente de la Cámara de Comercio de La Serena.

El dirigente gremial reconoce que en efecto, la competencia china ha influido en el cierre de varios negocios emblemáticos, fenómeno que además, se vio intensificado por otros sucesos como el estallido social, la pandemia o la venta callejera ilegal. 

EXTRAÑEZA

Para Washington Altamirano en tanto, presidente de la Cámara de Comercio de Ovalle y vicepresidente de la Federación Nacional del Comercio Detallista, junto con detallar que en efecto, la venta de productos a precios tan bajos “está destruyendo al comerciante chico”, plantea que el problema podría radicar en el poco control que tendría la mercadería al ingresar al país, así como otras ventajas comparativas como una suerte de “subsidio” estatal de parte del Estado chino, expresó. 

“Aquí hay libertad, pero en las condiciones en que llegan ellos, la competencia es imposible. El gobierno no puso un filtro para ver como llegaba esta mercadería y como venían. Nadie sabe cómo entra, y llegan a precios muy bajos”, señala. 

En ese sentido, Altamirano agregó que todo aquel que quiera emprender en el país, es bienvenido, pero cuando se llega “en estas condiciones, a todas las ciudades de Chile, me hace pensar  que el gobierno chino les entrega la mercadería a precios preferentes, que aquí resultan muy baratos. ¿Quién controla todo eso? Yo sé que pasan por Aduana, pero es imposible que ésta establezca un filtro cuando llegan cientos de containers”.

Por otro lado dice, llama la atención que los empresarios chinos lleguen al país a instalarse en superficies de gran tamaño, “cuyos arriendos están por sobre los 4 o 5 millones de pesos. Si uno parte pagando eso, el negocio tiene que ser fabuloso. Aquí llegan con mucho capital. Y eso está destruyendo al comercio establecido que ha existido por años”. 

Para peor, el presidente de la Cámara de Comercio de La Serena, Patricio Araya, agrega que estos empresarios “contratan poca mano de obra chilena, pues traen mano de obra desde China. Y eso también va en desmedro nuestro”. 

Por eso, desde el gremio del Comercio esperan que esta temática sea abordada por las autoridades de alguna forma, sin que ello signifique tampoco afectar la libre competencia.  Porque a este paso, advierte Washington Altamirano, “vamos a terminar cerrando nuestros locales hasta convertirnos en empleados de los más grandes”.