Hacia mediados de la década de los 80 del siglo pasado, Bilbao, una de las ciudades más grandes de España y uno de los principales centros industriales de ese país, vivía una situación particularmente complicada.
Y es que durante esa década, la ciudad más importante del País Vasco, se vio afectada por una fuerte crisis económica generada a raíz del proceso de reconversión industrial que se puso en marcha en esa época en España, lo que provocó el colapso de buena parte del tejido industrial de la ciudad, generando por un lado, un fuerte aumento del desempleo y de la conflictividad social, y por otro, - desde el punto de vista urbanístico-, una progresiva degradación de varios sectores de la misma.
Para peor, en 1983, la ciudad se vio afectada por una de las peores inundaciones que se recuerde en esa urbe vizcaína, dañando gravemente su centro histórico.
Sin embargo, todos esos acontecimientos se convirtieron en un verdadero punto de inflexión para Bilbao, pues a partir de aquí, y a partir de la elaboración de una estrategia compartida y ejecutada por diferentes entes administrativos, la ciudad emprendió una verdadera renovación urbana hasta transformarse en una verdadera “smart city” o “ciudad inteligente”.
La vía hacia una smart city
Teniendo en cuenta la exitosa experiencia de Bilbao, y las posibilidades que nuestra región presenta para desarrollar una tarea semejante, aprovechando sus condiciones urbanas y geográficas, es que este miércoles, se reunieron en el Casino Enjoy de Coquimbo, importantes actores del mundo público, privado, de la academia y de organizaciones ciudadanas, para precisamente, intercambiar conocimientos, experiencias, prácticas e ideas innovadoras para la transformación de la ciudad.
En el Summit “El Poder de la Ciudad”, organizado por Do! Smart City y la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, CRDP, se conversaron sobre diversas temáticas, como las perspectivas de desarrollo de la región, crecimiento urbano y modernización del transporte público, además de conocer la ya mencionada experiencia de renovación urbana de Bilbao.
Manuel Schneider, gerente de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, señala que la intención de organizar un foro de este tipo se debe a la necesidad de ir “generando cultura al respecto, porque si bien hay proyectos públicos y privados que van en línea con desarrollar la conurbación como un área urbana inteligente, también lo importante es que los ciudadanos se hagan partícipes de esto, apoyando en lo que pueden hacer para presionar el sistema y avanzar de manera más rápida”.
Pero básicamente, ¿qué es una “ciudad inteligente” o “smart city”?
Lorena Santana, socia fundadora y directora ejecutiva de Do! Smart City, explica que una ciudad inteligente es “una ciudad que entrega calidad de vida a sus habitantes. Eso significa por ejemplo, que cuando tu despiertas por la mañana sabes exactamente cuánto tiempo exactamente, vas a demorar para llegar a tu oficina, al colegio o a donde haya que ir”.
Ello implica, más allá del uso del automóvil, contar con un sistema de transporte público multimodal, e incluso, poder moverse a través de otros medios alternativos como la bicicleta, scooters, a pie, o vía CarSharing, (vehículos compartidos).
Una “ciudad inteligente” además, - explica Lorena Santana -, debiera contar con todos los servicios disponibles en línea “que no impliquen moverse del lugar donde uno esté”. Además, una “smart city” incorpora en su funcionamiento otros conceptos tales, la eficiencia energética y el uso adecuado de los recursos, a través de la reutilización de éstos.
Parques, áreas verdes, cultura, arte urbano y otros espacios de recreación, es decir, la existencia de una potente “cultura urbana”, son por añadidura, otras características de las “ciudades inteligentes”.
Estrategia consistente: la experiencia bilbaína
Sin embargo, la conurbación La Serena-Coquimbo, y la región en general, ¿podrían llegar a ser un territorio que base su funcionamiento del día a día en conceptos como los nombrados anteriormente?
En principio sí, pero para eso, se requieren algunos cambios en cómo se aborda tradicionalmente, el desarrollo urbano en nuestra región y en el país.
Habiendo participado de la experiencia regeneradora de Bilbao, el experto español, Xabier Arruza, coordinador de Bilbao Urban & Cities Design, explica que, en relación a La Serena y Coquimbo, es necesario “sentarse a pensar de aquí a 15 o 20 años, hacia donde queremos ir como ciudad”. En ese sentido pues, la planificación de una estrategia de desarrollo a largo plazo, es fundamental.
En segundo lugar, una vez elaborada esa estrategia, todos los actores del desarrollo urbano y territorial, tanto públicos como privados, debieran unirse en torno al cumplimiento de esta estrategia a lo largo del tiempo, ojalá, en torno a una instancia especial creada para ello, para así evitar, descoordinaciones o cambios abruptos que podrían afectar la correcta implementación de las políticas de desarrollo.
“En un momento se dice que hay que repensar Bilbao, y así se crean dos estructuras desde lo público para pensar en estrategias. Así, se crean dos sociedades: Bilbao Metropolitaita, y Bilbao Ría 2000. Una, con el objetivo de diseñar la estrategia, y otra de ejecutarla. De alguna manera se busca salir de la administración para ser más agiles, y entonces ahí se define toda una estrategia de regeneración medioambiental y física de la de ciudad, además de económica”, explica Xabier Arruza.
“Evidentemente” señala Arruza, “este modelo habría que adaptarlo a la realidad chilena, pero mientras se piensa en una estrategia, se debe integrar a todos los actores en la misma, pues si no se hace, no va a haber buenos resultados”.
Lo que ya se está haciendo
En ese sentido, el seremi de Vivienda y Urbanismo, Hernán Pizarro, señaló que un desafío de esta magnitud, implica fuertes cambios en lo cultural, pero también en cómo se diseña y planifica la ciudad, y en esa línea señala, se enmarca la futura creación del Ministerio de Ciudad, Vivienda y Territorio.
“Se trata de combatir la desintegración territorial y también profundizar los niveles de bienestar de la población, así como proyectar la ciudad en el largo plazo. Tenemos que tener una mejor una mejor coordinación pública-pública y pública-privada, porque la ciudad la construimos entre todos”, explica el seremi.
Entre los proyectos que ya se están poniendo en marcha para transformar progresivamente a la conurbación en una “ciudad inteligente”, destaca un plan piloto implementado en el Barrio Baquedano en Coquimbo. Asimismo, se busca duplicar los metros cuadrados de áreas verdes en la conurbación.
“Para ello, tenemos un plan de parques urbanos para el corto, mediano y largo plazo los cuales son el Parque Metropolitano en el Cerro Grande, el Parque Humedal El Culebrón, el parque Las Rocas, y por último, el parque intercomunal Quebrada de Peñuelas, que se origina de una alianza publico privada con la Cámara Chilena de la Construcción”, explica la autoridad.
Se busca también completar el plan maestro de ciclovías, el cual alcanzaría los 100 kilómetros de longitud en toda la región, que implica además, su interconexión.
“En estos momentos tenemos una mesa de infraestructura, que nosotros trabajamos con el seremi de obras públicas y con el seremi de transporte. Además está también el gobierno regional, más el ministerio nuestro, donde analizamos el desarrollo a mediano y largo plazo de todo lo que son las infraestructuras y las obras viales”, añadió el titular de la cartera.
“No olvidemos” afirmó el seremi, “que hay un proyecto que está dando vueltas ahí, que es cómo se puede conectar La Serena con Coquimbo a través de un metrotren u otra alternativa. Sin embargo, es la electromovilidad la que se viene fuerte y yo creo que estamos ad portas de que se desarrolle una buena iniciativa. Yo creo que la región reúne todas las potencialidades para incorporar la electromovilidad en algunos corredores como Balmaceda, o unir Serena con Coquimbo a través de este sistema”.